"¿En qué documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se habla de que la masturbación es un vicio? ¿Qué pensará el hijo de una familia monoparental u homosexual cuando sus profesores tildan a su familia de disfuncional?" Son solo dos ejemplos de la batería de preguntas formuladas por la Associaciò Valenciana d'Ateus i Lliurepensadors (AVALL), que ayer anunció la adopción de medidas legales para frenar "este delirio de regional-catolicismo", en referencia al manual de educación sexual para colegios presentado el martes por el Arzobispado de Valencia. La iniciativa pretende neutralizar los Programas de Intervención Sexual, elaborados por técnicos de Sanidad que se imparten a los alumnos de ESO.
"Creemos que hay indicio de delito contra la salud pública por el veto a los preservativos. Creemos que hay indicios de delito en la vejación de homosexuales. Y creemos que hay indicios de delito en la supeditación [por parte de la Consejería de Educación] de los intereses generales a una confesión religiosa".