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9D Día Internacional del Laicismo y Libertad de Conciencia · Asturias Laica

Asturias Laica, 6 de diciembre de 2024

Con el título de:  «Loi du 9 décembre 1905 concernant la séparation des Églises et de l’État» el Senado francés aprobaba en la fecha indicada una ley de 44 artículos donde el primero de ellos establecía que la República aseguraba la libertad de conciencia a la ciudadanía francesa. Sobre la conmemoración de este acontecimiento hemos asentado la celebración de un Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia. (En España este hecho se refuerza con el recuerdo de otro 9 de diciembre, el de 1931, en el que se aprobó una Constitución que en su artículo 3º decía: “El Estado Español no tiene religión oficial.” El golpe de estado de 1936, ejecutado por los militares y con el apoyo decidido de la iglesia católica y el fascismo internacional, terminó con ella.). Un año más nos acercamos a esta celebración.

Es significativo que, ya desde el principio, se asocie la Libertad de Conciencia a la ineludible separación entre las iglesias y el Estado.

El Laicismo se apoya en dos grandes principios morales: la Libertad de Conciencia de cada persona y la necesaria Igualdad de Trato para todas esas conciencias.

Las principales fuentes de las vulneraciones de esa libertad se sustentan en ideologías dogmáticas, soportadas sobre hipotéticas verdades absolutas. Históricamente han sido las diferentes religiones las que se han fundamentado en supuestas verdades reveladas por un hipotético ser superior y por lo tanto inamovibles. De ahí que la ley de 9 de diciembre tuviese como título “Sobre la separación de las Iglesias y el Estado”.  Y de ahí también que el primer procedimiento indispensable para aproximar la organización de un Estado a la Laicidad sea precisamente la separación total entre las diversas religiones que puede practicar libremente su ciudadanía y las instituciones de ese Estado.     

El análisis del avance en esta tarea durante el último año es desolador. La presión del yugo del nacionalcatolicismo implantado por la dictadura franquista (“Francisco Franco Caudillo de España por la gracia de Dios”) mantiene todos los privilegios de la iglesia Católica: presión sobre la Educación al amparo de un Concordato anticonstitucional (especialmente persiguiendo la formación crítica y le educación sexual en igualdad), muy fuerte financiación pública (cuando estaba comprometida la autofinanciación), escandalosos privilegios fiscales, control sobre la inmensa cantidad de bienes inmatriculados con la protección franquista, presión sobre toda la legislación de avances sociales (aborto, eutanasia, etc.), rechazo a la investigación, depuración, e indemnización por los estructurales casos de pederastia, interferencia permanente del poder de la iglesia Católica en multitud de actos públicos y por lo tanto necesaria y constitucionalmente aconfesionales, etc. El progreso de los poderes involucionistas en Europa agrava la situación.

Cada vez es más escandalosa la connivencia de una parte del sistema judicial con los grupos fuertemente financiados por la ultraderecha internacional para impedir y/o controlar toda manifestación de libertad de Conciencia. Grupos que se amparan en una hipotética protección de las religiones para forzar la interpretación de las normas legales con la complicidad de jueces en ejercicio.

Todo ello nos lleva a volver a centrar nuestras reivindicaciones en este primer procedimiento necesario, pero no suficiente, del Laicismo: ”la séparation des Églises et de l’État”.

Pero la Libertad de Conciencia a la que dedicamos esta celebración nos pide más.

Ya en el siglo -I de la era común afirmaba Marco Terencio Barrón: “No son los dioses los que crearon el Estado, sino el Estado quien estableció a los dioses, cuya adoración resulta esencial para el orden del Estado y el comportamiento recto de los ciudadanos”. Es decir que, según Barrón, las religiones nacen para homogenizar las conductas cuando las agrupaciones humanas crecen de tamaño. Y lo hacen estableciendo redes de comunicación/información construidas alrededor de una determinada narración fantástica, de un Libro Sagrado.

Nuestra sociedad global actual necesita buscar, y parece que consigue encontrar, otras formas de control de las conciencias individuales que no se basen en el castigo físico por incumplir determinadas verdades dogmáticas reflejadas en un supuesto libro de la Verdad (aunque estas prácticas sigan existiendo muy ampliamente y especialmente contra las mujeres). Las nuevas Redes Sociales aventajan en tamaño, velocidad y posibilidad de control a las anteriores “redes del Libro Sagrado”. Ejercen su poder a través de controlar las informaciones recibidas personalmente y manipular la actitud de aceptación/rechazo con que son valoradas por “todos los demás” las respuestas de cada persona. Premiando o marginando cada conducta individual se va conformando cada conciencia. La llegada al poder estadounidense del multimillonario Elon Musk gran manipulador de estas redes significa una muy preocupante señal de alarma para esa Libertad de Conciencia que nos preocupa. Hay mucho que trabajar.

Por todo ello es muy necesario que unamos nuestros esfuerzos para construir, en unos tiempos difíciles, conciencias libres y críticas.

Asturias Laica

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