Dada la actualidad del debate sobre las relaciones entre las representaciones del Estado y las festividades católicas, en la antesala del 8 de septiembre, Día de Asturias, y contando en Gijón con la presencia de Ricardo Gayol, miembro destacado en las comunidades de Cristianos de Base, se celebró ayer una rueda de prensa en la Asturias Laica y Comunidades de Base pusieron de manifiesto puntos en común muy especialmente acerca de la presencia de autoridades civiles en actos religiosos.
El presidente de Asturias Laica, Luis Fernández, destacó la coincidencia de unos mismos planteamientos desde espacios distintos y planteó la posición de la Asociación en torno al tema, destacando que la Constitución establece la «no religión» del Estado, lo que no implica que las autoridades a nivel personal, como cualquier ciudadano, tenga las creencias o increencias que considere. Y si el Estado no tiene religión, es aconfesional, tampoco la tienen ni la Alcaldía, ni el Gobierno de Asturias. Adrián Barbón, pues, no debería estar en la misa de Covadonga como representante de toda la ciudadanía.
Recordaría, además, la sentencia del Tribunal Constitucional 24/1982 de 13 de mayo que en punto 1 del apartado Fundamentos jurídicos recuerda… Dicho de otro modo, el principio de libertad religiosa reconoce el derecho de los ciudadanos a actuar en este campo con plena inmunidad de coacción del Estado y de cualesquiera grupos sociales, de manera que el Estado se prohíbe a sí mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto de actos o de actitudes de signo religioso.
Ricardo Gayol[1] , por su parte, tras agradecer la convocatoria en torno a un tema que interesa tanto a los cristianos como a la ciudadanía democrática en general, recordó que los cristianos de base de Asturias habían celebrado unas jornadas en Gijón a finales de mayo bajo el tema «Cristianismo y laicidad». De ahí que el inicio de su intervención estuviera dedicada al significado de laicidad, en la que señalaría coincidencia con Asturias Laica y Europa Laica.
Para Gayol, partiendo también de la Constitución, en una sociedad laica, la iglesia católica es una actor más en la vida pública sin que mantenga ningún privilegio sobre otros. La laicidad implica autonomía para cada cual en su campo propio.
Analizando la situación en Asturias entiende que las relaciones entre iglesia (Sanz Montes)-estado (gobierno asturiano), se han complicado. Las intervenciones del arzobispo Jesús Sanz Montes, han ido provocando un serio malestar no sólo en el gobierno del Principado sino también en gran parte de la sociedad asturiana e incluso en un amplio grupo de cristianos que no comparten esa deriva autoritaria, inadecuada, impropia y antidemocrática del arzobispo. Entiende, además, que su utilización abusiva de la coincidencia en la fecha del Día de la «Santina» y el Día de Asturias implica un gesto de agresión a la autoridad civil democrática y va en contra de las relaciones de diálogo que deben presidirlas. Más aún, considera que son antipastorales porque indicen a sus fieles a una confrontación política basada en una ideología concreta, de ultraderecha.
Centrándose en Adrián Barbón que considera se ha esforzado por mantener buenas relaciones con la iglesia, pero lo cierto es que ha tenido que soportar una sobrecarga dialéctica improcedente por lo que muchas personas de la sociedad asturiana,, también desde los creyentes, le hayan pedido una y otra vez que deje de ir a escuchar estos chaparrones del arzobispo. Desde Cristianos de Base, desde Redes Cristianos, entidad que las asocia, entienden que es buena siempre la separación entre la iglesia y el estado y que las autoridades civiles, como tal no deben, participar en ceremonias religiosas y aún entendiendo que Barbón lo ha hecho creyendo que era lo correcto, cree que se ha equivocado y que debe rectificar no asistiendo en esta ocasión a la misa en Covadonga; como presidente tiene los actos institucionales del Día de Asturias y en él debe centrarse, evitando dar lugar a situaciones tan aberrantes como las que hemos vivido.
Debe prevalecer la democracia, y en el concepto de democracia está la laicidad, y la postura de la iglesia en una sociedad laica debe ser la de un actor más en la vida pública, sin ningún privilegio, y para que esto sea así, querido presidente Barbón, no debes ir a Covadonga, concluyó.
[1] Ricardo Gayol: Asturiano aunque residente en la actualidad en Madrid. Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo. Asesor Jurídico de la ONCE jubilado. Ex-Jefe de Gabinete de la Viceconsejería de Bienestar Social del Principado de Asturias. Ex Consejero General y ex directivo de la ONCE. Presidente de la asociación PUEDO de la ONCE y miembro de la Plataforma Democrática de la Diversidad Funcional (PDDF).
Pertenece a la comunidad cristiana de base Santo Tomás de Aquino. Miembro de la Coordinadora Estatal de Redes Cristianas y de Cristianos por el Socialismo. Representante de Iglesia de Base de Madrid en la Comisión Gestora.
