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Sobre el librepensamiento español en relación con las elecciones en 1893

El librepensamiento español envidió siempre la fuerza de los librepensadores franceses por su influencia en la política. En enero de 1893 se informaba en las páginas de Las Dominicales del Libre Pensamiento que en el Congreso de los librepensadores galos de noviembre de 1892, ante las elecciones, se había tratado de un programa que se propondría a los candidatos que solicitasen el voto de los librepensadores.

Así pues, desde el periódico se pensaba que había que hacer algo en España ante la próxima contienda electoral porque constituía un hecho muy triste que nadie, hasta ese momento, hubiera alzado la voz para defender a los librepensadores de los continuos atropellos que padecían.

Pero más grave era que la causa misma del librepensamiento no tuviera voces en su defensa en las Cortes. Una minoría tan considerable y tan respetable como la librepensadora no tenía representación alguna, a pesar de que las leyes reconocían la necesidad de que las minorías tuvieran representación parlamentaria.

Y es que diariamente se generaban conflictos entre el principio religioso y el principio laico, entre la Iglesia y el librepensamiento. Y eso exigía que el legislador se ocupase de un asunto tan vital y que exigía soluciones si es que se quería llegar a la “paz de las conciencias y a la paz pública”. Las cuestiones en relación con el librepensamiento estarían generando conflictos de orden público.

Había que llevar al parlamento personas que defendiesen las ideas del librepensamiento, poniendo de relieve las injusticias generadas. Era preciso denunciar ante la opinión pública, justo desde donde se hablaba a todo el país, sobre la conducta de los que atentaban contra el librepensamiento.

El periódico se estaba dirigiendo, como suponemos, a los republicanos, cuando hablaba de que era una “apremiante necesidad que nuestros amigos se esfuercen al intervenir en la designación de candidatos” que fueran librepensadores. La defensa de la República y del librepensamiento, en conclusión, se identificaban.

Hemos consultado el número del 20 de enero de 1893 de Las Dominicales del Libre Pensamiento.

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