La Iglesia española está preocupada por la repercusión que han tenido en la sociedad española las palabras del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en el funeral de Adolfo Suárez en las que se hablaba de "evitar una guerra civil".
Las palabras de Rouco llegaron después de que en su despedida como presidente de la Conferencia Episcopal enviara un mensaje muy alarmante sobre la situación moral de la familia y la sociedad española.
Rouco tiene presentada, como es preceptivo a los 75 años, su renuncia al Papa Francisco a la diócesis de Madrid y el Papa podría aceptarla en cualquier momento. Se cree que la decisión será antes de octubre y todo depende de la prisa de la nueva Conferencia.
En todo caso se cree que la toma de posesión del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, agilizará la salida del que hasta hace pocas semanas presidía la Iglesia española.
En medios eclesiásticos se dice que es necesario "tomar Madrid" para cambiar la imagen que ha proyectado la Iglesia católica tras los últimos discursos de Rouco y que se afiance la reforma que patrocina Ricardo Blázquez.
"Si los políticos dicen que el que gana Madrid gana España, en la Iglesia también es necesaria una medida similar", decía recientemente un conocido sacerdote. Por ello, Blázquez y los que le apoyan estarían pensando en colocar a Carlos Osoro, actual arzobispo de Valencia y vicepresidente de la conferencia Episcopal como nuevo responsable de la importante diócesis de Madrid. Osoro está considerado como un hombre de gran futuro dentro de la Iglesia y es uno de los que más disgustado está con las palabras de Rouco.
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