El titular de Educación ha dejado en 45 minutos los 90 semanales de la asignatura. El ministerio dice que los colegios podrán aumentar el horario
El Ministerio de Educación ha establecido un horario de 45 minutos a la semana de Religión —o de su alternativa— para los alumnos de primaria de Ceuta y Melilla. Supone rebajar a la mitad el horario mínimo de la materia, según criticó ayer la Asamblea de Obispos del Sur de España.
El Gobierno conserva las competencias educativas en Ceuta y Melilla. El resto de comunidades las tienen transferidas, por lo que serán los Gobiernos autónomos los que decidan si imitan al ministerio y reducen a la mitad el horario de la materia para el próximo curso, cuando empieza a aplicarse parcialmente la reforma de José Ignacio Wert.
Esta reforma, aprobada por el PP a finales de 2013, ha colmado en algunos aspectos las aspiraciones de los sectores conservadores de la Iglesia católica. Por ejemplo, con la eliminación de Educación para la Ciudadanía y con el blindaje de la financiación pública de los centros que solo escolarizan a alumnos o a alumnas. También ha reforzado el papel de la materia de Religión al imponer una alternativa y hacerla computable. La Asamblea de Obispos del Sur —donde están representados los prelados de las diócesis andaluzas, canarias y de Ceuta y Melilla— reconocen los pasos dados por Wert. Ayer aplaudieron “algunas medidas, como la regulación de una alternativa real a la asignatura y la correcta valoración y evaluación de la misma”.
Pero los obispos mostraron su “disgusto” con el ministerio por el tratamiento de la materia y por la reducción “a la mitad las horas lectivas de religión en las ciudades de Ceuta y Melilla”. El ministerio reconoció ayer que ha intentando “reforzar las asignaturas instrumentales”. “Se impartirá al menos una sesión diaria de Lengua y Matemáticas”, indicó un portavoz de este departamento. Respecto a Religión, el ministerio sostuvo que cada centro educativo podrá aumentar esos 45 minutos, porque lo que se ha fijado es el “horario mínimo” y los colegios tienen autonomía y tiempo disponible para incrementar su carga lectiva.
La decisión del equipo de Wert no tiene un impacto directo muy amplio en el sistema educativo español, ya que estas dos ciudades son dos gotas de agua. Pero sí podría condicionar la postura que adopten las comunidades para fijar el horario de la materia confesional. Algunas habían anunciado su intención de reducir también las horas semanales, pero ninguna tanto como lo hecho ahora por el ministerio.
En su reforma, el departamento de Wert ha dejado manos libres a las autonomías para establecer la carga lectiva de las asignaturas específicas y de libre configuración, entre las que figura Religión. El ministerio se ha reservado esa potestad en el caso de las troncales, como Matemáticas y Lengua.
Los prelados sí aplauden el resto de medidas de la reforma ministerial
La reforma de Wert ha supuesto un cambio importante respecto a la anterior Ley Orgánica de Educación, aprobada en 2006 y en la que era el Estado el que establecía los horarios mínimos de todas las asignaturas. El anterior Gobierno socialista fijó a través de un real decreto que Religión contaría con un mínimo de 90 minutos semanales en primaria. La mayoría de comunidades se quedaron en ese mínimo, que es el que ahora se imparte en las aulas.
Las distintas consejerías están ahora en pleno proceso de elaboración de los decretos en los que se determinarán los horarios y los temarios completos. Los prelados andaluces pidieron ayer a la Junta —gobernada por PSOE e IU— que no siga el camino iniciado por el ministerio. Reclamaron “el mantenimiento de la actual situación de la asignatura de Religión”. Argumentaron que así se respetaría “la tradición religiosa” y “el derecho de los padres”. También, “el cumplimiento de los acuerdos internacionales”. Sin mencionarlos, los obispos se referían a los acuerdos de 1979 entre España y el Vaticano, que establecen la obligatoriedad de que Religión se estudie en los colegios. Hace 35 años se acordó que fuera la Iglesia católica la que decidiera los contenidos de la materia, pero los horarios los han establecido el Estado y las comunidades.
La Consejería de Educación de Andalucía, que en marzo sostuvo que reduciría un tercio el horario de la asignatura confesional, no aclaró ayer qué hará ahora: si finalmente optará por los 60 minutos que anunció o emulará a Wert y bajará a 45.
Temor por el empleo
Con “indignación” ha recibido el colectivo de docentes de Religión la decisión del Ministerio de Educación de reducir a la mitad el horario de la asignatura confesional. “Se reduce mucho el tiempo”, lamentó ayer Jesús María Losada, presidente de la Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa. Este colectivo ya había alertado del riesgo que suponía la reforma educativa, al dejar manos libres a las comunidades autónomas a la hora de establecer la carga lectiva de la asignatura. Pero Losada habla de “sorpresa” ante el paso dado por el ministerio.
“Parecía que la reforma estaba orientada a mejorar la situación de la asignatura, pero no ha sido así”, añade. El principal temor de este colectivo es la repercusión que pueda tener en el empleo. “Habrá reducciones del número de horas y de los salarios. Puede haber algunos despidos y que no se cubran las sustituciones”, afirma Losada.
La situación de los docentes de esta materia es distinta de la del resto de profesores. Son los obispos de cada diócesis los que los designan. Algunas comunidades —como Andalucía o Castilla y León— ya barajan reducir el horario, aunque parecía que no se llegaría a una bajada como la establecida por el ministerio.
El sindicato ANPE envió a principios de mes un escrito al ministro Wert en el que alertaba de los recortes de horario que podría sufrir la asignatura confesional por parte de las comunidades. Pedía cerrar un “acuerdo de garantías” para que no se perdieran puestos de profesores de Religión.
El ministro José Ignacio Wert en una sesión parlamentaria. / Uly Martin
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