“Los particulares se vieron obligados a abandonar esos terrenos que cultivaban porque entraban en ellos las excavadoras”, explica la Iglesia católica sobre unas fincas ubicadas en la zona actual de expansión de la ciudad, en Gardelegi
El Ayuntamiento de Vitoria se ha encontrado con un tercer contencioso urbanístico con el Obispado en un muy corto período de tiempo. En diciembre trascendió que los planes para renovar un céntrico edificio en Florida, 28 venían condicionados por un viejo testamento que lo destinó a usos sociales y obligaba al municipio a garantizar 108 misas anuales en memoria de la finada que no se han cumplido. Más tarde, la puesta en marcha del Memorial para las víctimas del 3 de marzo de 1976 en Zaramaga se ha topado con la sorpresa de que la parcela del templo que iba a ceder la Diócesis no es en realidad de la Iglesia católica. Y ahora se ha conocido que el Ayuntamiento tendrá que abonar unos 365.000 euros a la institución religiosa en tanto en cuanto urbanizó irregularmente una huerta de su propiedad en el pueblo de Gardelegi, a las afueras del casco urbano pero dentro del término municipal.