La Junta canceló una salida el Viernes de Dolores en horario escolar de los alumnos vestidos de nazarenos o con mantilla con la imagen de un cristo propiedad del centro
La dirección había dejado la decisión en manos del consejo escolar, que votó a favor de la actividad, pero unos padres ateos acudieron a la autoridad educativa y lograron anularla
El Gobierno andaluz no aclara si la decisión sienta un precedente contra este tipo de actos religiosos en centros públicos
Carlos y Sandra, padres de una niña de dos años matriculada en la escuela pública de primer ciclo de infantil Sagrada Familia, en Sevilla, recibieron la comunicación del centro con sincero desagrado.
Esta procesión organizada por un centro público nunca se llegó a celebrar.
La explicación es la oposición de Carlos y Sandra. «Es un centro público, cien por cien público. ¿A qué viene una procesión religiosa? Además no me vale la excusa de que es voluntaria. Simplemente no se debe realizar. Ni mi hija, ni nadie. Cualquiera puede ir a una parroquia, o a una procesión de Semana Santa, pero como actividad privada», explica Carlos López, de 37 años. Su hija tiene dos años.
Con estos argumentos Carlos se puso manos a la obra en cuanto recibió la notificación del centro. No le ocurrió lo que a tantos otros padres laicos a los que desagradan las actividades de cariz religioso, sobre todo en la antesala de la Semana Santa, en centros públicos o concertados teóricamente laicos: que, por no molestar a una mayoría que está de acuerdo, por no señalarse, por no enfrentarse a los padres que invocan la tradición o la irrelevancia de la actividad, prefieren dejarlo estar. Carlos se movió. Y la Junta de Andalucía le ha acabado dando la razón, aunque antes ha tenido que salvar varios escollos.
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