Unas 100.000 personas se manifestaron el domingo en Budapest contra el partido de ultraderecha Jobbik (tercera fuerza política del país), después de que algunos de sus legisladores propusieran elaborar listas de judíos para expulsarlos del país europeo, avivando con ello el fantasma del nazismo. La manifestación se celebró frente al Parlamento y congregó a líderes del partido gobernante y de los partidos opositores, entre otras personas, en un gesto sin precedentes en la escena política húngara, que se caracteriza por sus profundas divisiones.
"No podemos permitir que se repitan cosas que pertenecen a las páginas más oscuras de los libros de historia", dijo Antal Rogan, líder del grupo parlamentario del partido gobernante, Fidesz, en el marco de la multitudinaria manifestación.