Una mujer musulmana residente en el municipio malagueño de Coín ha sido castigada por su marido, también musulmán, por el simple hecho de ir a clase. Curiosamente esta localidad ha sido el primer andaluz que ha prohibido el uso del burka, justamente la prenda que esta mujer utiliza habitualmente.
Según informa ABC este martes, esta mujer empezó a acudir junto con otras musulmanas a las clases de un curso de integración, que incluía aprender español, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Coín.
Poco después algunas de estas mujeres, que utilizaban burka y niqab, dejaron de acudir a las clases alegando que eran impartidas por un hombre. Una de ellas ya no volvió, lo que extrañó a los responsables del curso. Por fin, algunas de estas mujeres confesaron por qué faltaba.
El verdadero motivo es que el esposo se había enterado de que las clases eran impartidas por un varón lo que le provocó tal enfado que le prohibió asistir y además la obligó a dormir en el suelo durante varias semanas.