Además de la ceremonia católica inaugural, la Hispalense ofrece misas de lunes a domingo en sus tres capillas, en las que se celebran bodas, bautizos y funerales
COMENTARIO: Muchas, casi todas las universidades españolas, darán comienzo a sus actividades académicas con un acto confesional: la "misa de espíritu santo". Unas convocadas por los servicios de pastoral universitaria o los servicios de asistencia religiosa, y otras convocadas por los propios rectores como actos integrados en las ceremonias de comienzo del curso académico. En cualquier caso serán muchos los rectores, que no a título personal, sino como representantes de la institución pública acudirán a ellas. Una situación escandalosa que vulnera la aconfesionalidad y la neutralidad del Estado, promovida por una institución que debe velar por la racionalidad, la ciencia, la investigación, la primacía del derecho,… y en cambio se identifica con el dogma. la creencia particular y la verdad revelada.
“El director del Servicio de Asistencia Religiosa tiene el honor de invitarle a la misa de apertura del curso que se celebrará en la capilla universitaria”. Esta es la invitación que los miembros de la Universidad de Sevilla recibieron ayer a través de una lista oficial de correo electrónico de la Hispalense. El remitente es el capellán de la propia Universidad, Álvaro Pereira, director también del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS). La misa, como todos los años, se celebrará en la capilla principal, situada en los exteriores del Rectorado el próximo sábado, 28 de septiembre.
La ceremonia religiosa con la que se inicia el curso, y a la que asistió el año pasado el rector, Antonio Ramírez de Arellano (según la memoria anual del SARUS), no es algo anecdótico en esta universidad, que ofrece misas de lunes a domingo en las tres capillas católicas existentes. Además de la mencionada anteriormente, existen dos más: una en la escuela de Ingienería y otra en la facultad de Arquitectura.
La financiación del SARUS, que este año celebra su 25 aniversario, corre a cuenta del Servicio de Extensión Universitaria y posee un despacho propio facilitado por la universidad. También ofrece otro tipo de servicios, como son confesiones, bodas, bautizos y funerales. También organizan actividades de carácter solidario. Incluso asignaturas de libre configuración, como son ¿Es razonable creer en Dios? y Jesucristo ayer y hoy, ambas equivalentes a cuatro créditos.
Pero no solo en Sevilla se inicia el curso universitario con una ceremonia católica. En la Universidad de Huelva (UHU) la misa de inicio del curso, la solemne misa del Espíritu Santo, se celebró el pasado sábado, también en la capilla existente en dependencias universitarias.
Juan Antonio Aguilera, de Unilaica, colectivo integrado en Europa Laica, considera la celebración de esta ceremonia como “algo escandaloso”, ya que “se trata de cuestiones de carácter privado convocadas desde instituciones públicas”. Aguilera recuerda que “en la Universidad de Granada, hasta hace tres años, se celebraban estas misas con carácter oficial “pero dejó de hacerse”.
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COMENTARIO: Juan Antonio Aguilera
Añado que el rector de la UGR dejó de convocar la misa, pero sigue asistiendo a ella a título institucional (como partícular sí sería lícito que lo hiciera). Y también hay en la UGR cursos de carácter religioso con créditos académicos. Este confesionalismo universitario, uno de los residuos del nacionalcatolicismo que por desgracia aún perviven, significa que esta institución académica (por medio de sus rectores, decanos, Consejos de gobierno, Juntas de Centro…) no respeta la aconfesionalidad del Estado ni la libertad de conciencia de los universitarios y de los ciudadanos en general. Por eso es algo escandaloso.
Invitación a la misa de apertura de curso universitario en la Universidad de Sevilla.
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