Desestima la denuncia de una lesbiana expulsada de una hermandad religiosa de Ciudad Real
La ley que rige una hermandad religiosa no es el derecho común, sino sus propios estatutos. Este es el principal argumento del Juzgado de Instrucción número 3 de Puertollano (Ciudad Real) para no admitir a trámite la denuncia por un presunto delito de coacciones contra el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora. La denunciante, María Rey, de 54 años, interpuso el pasado abril una denuncia contra Algora después de que éste ordenase su expulsión de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar. La razón: Rey es lesbiana y ha formalizado con un matrimonio una relación de pareja de más de 17 años. Ello supone una "conducta manifiestamente escandalosa" para el obispo.
Rey ya ha recurrido el auto ante la Audiencia Provincial. Cree, y así opina también su abogado, que la última resolución no ha tenido en cuenta la vulneración de sus derechos constitucionales.
El letrado de la mujer afirma que el auto antepone la libertad religiosa sobre los derechos individuales
El letrado de la mujer, Enrique García, afirma que el auto antepone la libertad religiosa sobre los derechos individuales que recoge al artículo 16 de la Constitución: "A María se le ha conculcado el derecho de asociación y su libertad religiosa, porque se le impide formar parte de la hermandad. Pero la jueza no valora este aspecto y argumenta que forma parte del derecho canónico", explica. "Se pone por delante el derecho canónico a los derechos individuales", añade García.
En el auto, con fecha de 29 de octubre de 2008, se argumenta que la hermandad (a la que Rey pertenecía desde que nació) debe regirse por sus propios estatutos, "con los límites, claro está, del texto Constitucional". Estos estatutos, prosigue el auto, "remiten directamente al derecho canónico y su doctrina". En ellos, "expresamente se contempla la posibilidad de expulsión por una conducta manifiestamente escandalosa".
Rechazo de la Iglesia
La titular del juzgado señala que, aun cuando el matrimonio entre homosexuales se "presente en la actualidad como una situación normalizada, tanto desde el punto de vista legal como social, por todos es conocido que tanto la homosexualidad como el matrimonio entre personas del mismo sexo son rechazados frontalmente" por la Iglesia católica. A partir de esta descripción de hechos, la jueza justifica que "desde el punto de vista de la doctrina católica" el matrimonio entre personas del mismo sexo puede "encuadrarse perfectamente en la mención de conducta manifiestamente escandalosa que dictaminan los propios estatutos de la hermandad como causa de expulsión de la misma".
El día grande de la patrona se convirtió en un acto de apoyo a Rey
Para María Rey su expulsión de la hermandad "supuso una decisión injusta", ya que en su opinión no había incumplido ninguna norma de los estatutos. Y no sólo para ella sino para una gran mayoría de los 1.600 habitantes de Abenójar. De hecho, la celebración del día grande de la patrona el pasado 6 de abril, se convirtió en un acto de apoyo a Rey. Entonces, muchos de los que acudieron a la romería vestían camisetas de protesta por su expulsión.
Rey, quien se declara creyente, admite que se ha planteado alguna vez abandonar la Iglesia. Pero al final, como resume Dulce Fernández, su mujer, la cofradía de la Virgen de un pueblo "no es sólo religión, sino sobre todo tradición, y que te arranquen tus raíces duele mucho".