El italiano Fabiano Antoniani, tetrapléjico y ciego, falleció el pasado 27 de febrero en una clínica de Suiza en la que se sometió al suicidio asistido tras continuos e infructuosos llamamientos para que su país permita la eutanasia, lo que ha reabierto el debate.
DJ Fabo, como era conocido en su país, viajó hasta su último destino acompañado por el presidente de la asociación Luca Coscioni, Marco Cappato, que lucha por el derecho a una muerte digna de los pacientes terminales, con en el caso de Antoniani.
Pues bien, casi diez meses después de los hechos, Cappato se enfrenta a un juicio que ha comenzado este lunes en Milán y por el que podría pasar 12 años en la cárcel. En el momento de los hechos, este defensor de la eutanasia escribió respecto a Antoniani: «Fabo ha muerto a las 11.40. Ha elegido marcharse respetando las reglas de un país que no es el suyo», para subrayar después que la voluntad del enfermo era morir en su país.
Uno de los momentos más emotivos del juicio que ha arrancado este lunes lo ha protagonizado la madre del joven fallecido Carmen Carollo, cuando en un receso de de la vista por el suicidio asistido de su hijo se ha abrazado con la fiscal de forma muy emotiva.
La responsable del Ministerio Público es Tiziana Siciliano y si logra imponer sus puntos de vista, el tribunal podría condenar al acusado a una pena de más de 12 años de prisión.
La decisión de Cappato de acompañar a DJ Fabo hasta Suiza para someterse al suicidio asistido o eutanasia se produjo después de que el Parlamento italiano pospusiera por tercera vez en dos meses el estudio de un proyecto de ley que, entre otras cosas, establece que cualquier mayor de edad, ante una futura incapacidad, pueda rechazar un tratamiento médico e incluso la nutrición y la hidratación.
