Un terrible síntoma de la tensión latente en Nueva York. El martes un hombre subió a un taxi y le rajó el cuello al conductor. El arma alcanzó también su antebrazo y algunas zonas del rostro. Después del ataque la víctima, que había admitido ser musulmán, encerró al agresor en el interior del coche y trató de ir a una comisaria.
El asaltante saltó por una ventanilla. Era un estudiante de cine de 21 años. Acababa de volver de Afganistán.
El suceso es una muestra de la división existente tras la aprobación del proyecto que permite la construcción de una mezquita próxima al lugar donde se erigieron las Torres Gemelas.
En las últimas semanas han proliferado las manifestaciones de grupos conservadores que piden que no se proceda a la edificación del templo.