Barbón (PSOE), presidente de Asturias, aclarará si el Día de Asturias va a la misa del arzobispo en Covadonga «cuando tome la decisión»
¿Deben el presidentes del Principado seguir acudiendo a la misa de Covadonga que se celebra el Día de Asturias? La tradición ha sido esa, pero las homilías del arzobispo Jesús Sanz Montes confrontando con el progresismo han ido generando un malestar creciente cada 8 de septiembre. La última vez, con críticas al feminismo y el ecologismo, provocó que el propio presidente, Adrián Barbón, dejara una pregunta al aire: «¿Pretende que no acuda más a la misa del Día de Asturias en Covadonga?».
Quedan siete semanas para la festividad y la nueva delegada del Gobierno, Adriana Lastra, agitó la cuestión al calificar de «ultraderechista» esa última homilía, deslizar que de perseverar denunciaría ante al nuncio, y solicitar a Sanz Montes una rectificación. El arzobispo reaccionó escribiendo que llegaba «la seño con consignas» y que ama «demasiado la libertad, esa que se deriva de la verdad, como para encogerme ante etiquetas sincronizadas».
Desatada la polémica, han arreciado las voces dentro de la FSA y en formaciones a su izquierda reclamando a Barbón que dé el paso y no acuda a Covadonga. El presidente está de vacaciones estos días y le sustituye la vicepresidenta Gimena Llamedo, quien ayer a preguntas de los periodistas subrayó que estamos en julio y queda tiempo hasta el 8 de septiembre: «La decisión de asistir es del presidente y cuando la tome, serán los primeros en conocerla. Es una decisión que le corresponde a él».
«El Gobierno de Asturias lo tiene claro, siempre trabajamos para que el Día de Asturias sea una jornada de unidad, orgullo e identidad asturiana», recalcó.
La versión de Asturias Laica
Desde Asturias Laica su presidente, Luis Fernández, estima que «el problema se induce cuando en la redacción del Estatuto de Autonomía se decide celebrar el Día de Asturias coincidiendo con la Fiesta de Covadonga». Aquello ha supuesto que se entrelazaran «dos celebraciones: hay quien celebra la intervención de la Santina para derrotar a los enemigos de la religión verdadera y hay quien celebra un supuesto nacimiento del Reino de Asturias».
Entiende que «en la España del nacionalcatolicismo no había problema en fundir las dos celebraciones en una. En la España constitucional es imprescindible diferenciarlas». De ahí que defienda que, a su juicio y en base a la Constitución, «los representantes del Estado no pueden estar presentes, como tales, en una celebración religiosa».
