Un supuesto obispo de la iglesia veterocatólica declaró ayer ante uno de los juzgados de instrucción de Lleida después de que una familia de Mollerussa presentara una denuncia contra él acusándolo de estafador e incluso advirtiendo que había suplantado la personalidad de un ministro de Dios.
Al parecer esto último no parece que prospere judicialmente puesto que el denunciado no es obispo de la iglesia católica pero si de la llamada veterocatólica.
La Iglesia Católica Antigua o Veterocatólica es un grupo de iglesias cristianas que se separó de la Iglesia Católica en el siglo XIX. Fue organizada en 1871, cuando muchos intelectuales católicos de Austria, Suiza, Polonia y Alemania rechazaron la decisión del Concilio Vaticano I (1869-1870) que formuló la doctrina de la infalibilidad papal. Sus integrantes son llamados viejos católicos. Poseen cerca de 2.300.000 de miembros en todo el mundo y entre ellos el obispo denunciado.
Una familia de Mollerussa denunció al supuesto ministro de la iglesia asegurando que les había estafado 108.000 euros. Por un lado 18.000 euros en líquido y por otro se prestaron avalando 90.000 euros de la hipoteca de una vivienda.
El obispo imputado ha asegurado ante el juzgado que en ningún momento estafó a la citada familia ya que toda las transacciones económicas fueron consensuadas y de buena fe. Además, ha dejado claro que no es un falso obispo ya que lo es de la iglesia veterocatólica.
La citada iglesia abarca el conjunto de creencias y costumbres católicas anteriores a las reformas llevadas a lo largo del siglo XIX, que se plasmaron en el Concilio Vaticano I. Algunos de los elementos que se pueden considerar característicos de esta tendencia podrían ser que se aceptan mujeres como sacerdotisas, que no creen en la Inmaculada Concepción y que no se considera obligatoria la confesión.
Los grupos que se encuadran dentro de esta tendencia, si bien respetan el ministerio del Papa como obispo de Roma, no lo reconocen como la única persona que tiene la potestad de definir la doctrina en cuestiones de fe y moral, debido a la no creencia en la doctrina de la Infalibilidad papal.
La infalibilidad pontificia constituye un dogma, según el cual, el Papa está preservado de cometer un error cuando él promulga o declara, a la Iglesia, una enseñanza dogmática en temas de fe y moral. Esta doctrina es una definición dogmática establecida en el Concilio Vaticano I de 1870. Los veterocatólicos no creen en este dogma. Esta pequeña Iglesia aunque tiene poco clero y escasos fieles, se halla extendida por medio mundo y se siente dentro de la sucesión apostólica.
