Un grupo de musulmanes de Lleida descontentos con el imán de la mezquita de la calle del Nord –precintada por el Ayuntamiento la semana pasada por exceso de aforo– están dispuestos a impulsar la apertura otro oratorio. El sábado mantuvieron una reunión con el imán de la mezquita, Abdelwahab Houzi, y le comunicaron su certeza de que la asociación que dirige el oratorio no tiene ni capacidad humana ni económica para levantar otro en el polígono Entrevías, el solar cedido por el Ayuntamiento en el 2007.
Tras ese encuentro, ayer Mourad El–Boudouhi, presidente de la Asociación Watani para la Libertad y la Justicia de Lleida, hizo pública la intención de los descontentos de impulsar una nueva asociación islámica con el objetivo de erigir otra mezquita. Según sus previsiones, tendrá capacidad para 1.000 personas y rezarán en ella hombres y mujeres. Watani es la misma asociación que tramita alegaciones contra la decisión del Ayuntamiento de prohibir el velo integral en espacios municipales.
El-Boudouhi, contrario al cierre cautelar de la mezquita de la calle del Nord, sostuvo ayer que comunicó sus intenciones al gerente de Servicios Personales del Ayuntamiento, Carles Alsinet¡. El consistorio aseguró que en la reunión sólo se había tratado la creación de una asociación.Si prosperan los planes de Watina, el suyo será el tercer templo musulmán de Lleida. Además del oratorio precintado existe otro, menos concurrido, en la calle Clavell. Sobre las intenciones de Watani, el iman del oratorio clausurado, Abdelwahab Houzi, afirmó ayer: «Estamos en un país de libertad religiosa. Si él lo solicita y quiere hacerlo pues que lo haga». Houzi añadió que no se considera salafista, la corriente más radical del Islam, sino un seguidor riguroso del Profeta.
Houzi sigue pendiente de que el Ayuntamiento resuelva las alegaciones de la mezquita contra su cierre. Los fieles rezan ahora en el parque de los Camps Elisis, donde el consistorio les ha cedido una marquesina solo para los viernes. Allí oraron hasta el lunes sin permiso hasta que ayer se trasladaron a otra marquesina más alejada y más pequeña para evitar molestias. Según comentaron algunos fieles, se trataba de evitar dar una imagen de provocación al Ayuntamiento.