El arzobispado de Paraná responsable de ocultar la paternidad de un cura párroco de esa congregación.
De acuerdo a trascendidos existe un caso de embarazo producto de una relación entre una joven de la localidad de María Grande, departamento Paraná y el cura párroco de la localidad. Estas situaciones son recurrentes y se mantienen bajo estricto secreto en el arzobispado de Paraná.
Es el mismo que hiciera voto de silencio ante las decenas de denuncias de violaciones y abusos por parte del ahora imputado Jose Ilarraz, al cual la Iglesia trató de proteger ocultando su caso, inclusive escondiendo las denuncias y responsabilidades de la institución.
En este caso, el cura párroco habría sido desplazado de su cargo para “evitar el escándalo”, pero como María Grande es un pueblo chico, no tardó en tomar estado público que las autoridades de la curia decidieron apartarlo por ser responsable del embarazo de la joven, intentando con esta decisión ocultar el hecho.
A pesar de la increíble vigencia aún hoy del voto de castidad, no es el primer caso de un cura que entabla una relación, producto de la cual se sucede un embarazo.
El tema aquí es que justamente como la Iglesia Católica exige castidad y celibato a sus curas, trata por todos los medios de ocultar estas situaciones, que no hacen más que impedir que estos varones cumplan con su responsabilidad para con las mujeres que quedan embarazadas.
Por otra parte, el voto de castidad enarbolado como una bandera de entrega y sacrificio, es el que termina en terribles situaciones de depravación y abusos. Es la misma hipocresía que hace que esta institución transmita el mensaje errado a la juventud para que opte por la castidad para evitar embarazos y enfermedades.
Este sacerdote fue desplazado de su cargo en la Parroquia de María Grande por decisión del obispo Juan Alberto Puiggari, quien lo había ordenado sacerdote y se ocupó personalmente del caso.
Inclusive desde el interior de la Iglesia resonaron polémicas declaraciones, por parte del ex párroco de Santa Rosa de Lima, de Villaguay, José Francisco Dumoulin: “Otra vez, aparentemente nos encontramos ante un nuevo caso de un sacerdote que habría dejado embarazada a una chica. Como es de esperar en la Iglesia de Paraná, todo se maneja en el más profundo silencio. Nada se dice. Ni oficialmente ni extraoficialmente”. Sin embargo oficialmente la Iglesia aún no ha emitido ninguna opinión ni posicionamiento.
Doble moral
El sacerdote de la Parroquia, Ariel Folonier dijo “en caso de saber quién es la otra persona, no la juzguemos, no la señalemos con el dedo, tengamos un sentido humanitario”. El “sentido humanitario” que se olvida de más de 300 mujeres que mueren por el aborto clandestino, que son juzgadas incluso legalmente como el terrible caso de Belén, la joven tucumana que esta presa por un aborto espontáneo.