La Conferencia Episcopal invierte cada año más de diez millones de euros en su canal de televisión, mientras que a Cáritas le da seis millones
El estudio, encargado por los propios obispos, concluye que esta cadena «no propone el evangelio» y sugiere un «cambio de guión» porque «no va por el buen camino»
Los obispos debatirán en la próxima Comisión Permanente un posible cambio de rumbo de la tele, que se ha convertido en un motivo de división
«13TV es una televisión-muralla con un discurso político cerrado que no propone el evangelio y convoca a un público cercano al PP y de edad elevada». Esta es una de las principales conclusiones del informe encargado por la propia Conferencia Episcopal –el órgano de Gobierno de la Iglesia española– para evaluar su televisión. La iniciativa de hacer el análisis partió de algunos obispos cercanos al papa Francisco.
El órgano de los obispos españoles invierte más de diez millones de euros al año en la cadena, la mayor parte de ellos procedentes de la polémica casilla del IRPF. Sus pérdidas son similares a esa cifra, lo que hace de 13TV un canal poco viable, además de alejado de la doctrina social de la Iglesia y del mensaje moderado y aperturista que se escucha desde el Vaticano. En obras sociales como Cáritas, la Iglesia invierte seis millones.
En el estudio, que será analizado en la próxima Comisión Permanente del Episcopado, distintos expertos analizan las luces y sombras del canal, y denuncian que programas como El Cascabel o La Marimorena evidencian que «13TV es una televisión eminentemente política con una marca definida en la derecha». El informe evidencia, una vez más, las tensiones existentes en la Conferencia entre los obispos de la línea dura y los partidarios de una Iglesia más moderada, en la línea del Papa Francisco, liderados por el cardenal Blázquez y los arzobispos Osoro y Omella.
En la órbita del PP
«En este momento de cambio social y político al que asistimos, la exigencia de neutralidad y la apertura a las distintas sensibilidades se convierte en una urgencia de diálogo», constata el informe, que sin embargo denuncia cómo «el canal televisivo se mueve directamente en la órbita política del PP con los programas estrella El cascabel, de Antonio Jiménez, y La Marimorena, de Carlos Cuesta».
El documento subraya las denuncias de algunos obispos, como el de Tánger, Santiago Agrelo, para quien la cadena «infringe claramente la opción por los pobres y por los que no tienen voz, esto claramente condicionado por las dependencias políticas».
«13TV es un canal con un perfil culturalmente pobre y dirigido especialmente a un público de la tercera edad», añaden los expertos por escrito, que también apuntan que «no es un canal plural desde el punto de vista religioso».
Por ello, reclaman «un cambio de guión» en 13TV si la Conferencia Episcopal quiere mantener su propiedad: «La televisión de la iglesia española no va por buen camino ni en el objetivo de la presencia de la Iglesia en la sociedad ni en el diálogo con la cultura ni en la comunicación del Evangelio».
En el informe se presentan además tres dificultades para que la Iglesia cuente con un canal de televisión. En primer lugar, «la fragmentación de la realidad eclesial» que «dificulta una televisión plural desde el punto de vista eclesial», producto de «una Iglesia que ha vivido más volcada sobre lo doctrinal que lo pastoral».
En segundo término, se destaca «la ausencia de un proyecto cultural coherente de la Iglesia española. Mantenemos un cortocircuito con la cultura que no se resuelve únicamente desde una televisión». Finalmente, «la situación política del país, que desde la transición ha roto el diálogo tanto de los partidos entre sí como de las diferentes identidades culturales y sociales».
En este punto, los expertos revelan la «dificultad de diálogo» de la Iglesia española «con los partidos de izquierda, que en general han estado cerca de planteamientos laicistas. Esto ha llevado a la Iglesia en el área de la comunicación, a una impropia identificación con la derecha política que lleva a una desafección de otros sectores de la población».