Un cheque en blanco a la Unión de Hermandades de Jerez

Cinco años y un mes después de su firma, el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera ha tenido a bien publicar el Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento de Jerez y la Unión de Hermandades. Pero, antes de seguir, hagamos un inciso pues, muchas veces, leemos tan de corrido que no somos conscientes del verdadero alcance del significado de las palabras. Según el diccionario de la Real Academia Española, publicar, en su segunda acepción, es hacer patente y manifiesto al público algo, aunque, curiosamente, la tercera acepción dice que también es revelar o decir lo que estaba secreto u oculto y se debía callar. Juzguen ustedes mismos a la finalización del presente artículo la motivación de este comportamiento.

Este convenio fue adoptado por la Junta de Gobierno Local el 22 de febrero de 2013. Dicho convenio establece el marco de relaciones de colaboración entre el Ayuntamiento y la Unión de Hermandades desde el momento de su firma.

Lo que en su día hizo el Ayuntamiento fue prácticamente entregar un cheque en blanco; poniendo el Ayuntamiento a plena disposición de la Unión de Hermandades para lo que haga falta y cuando haga falta.

Pero entremos en detalle. Después de la exposición del manido argumento enarbolado una y otra vez por la mayor parte del mundo cofradiero para justificar la extracción de recursos públicos, cayendo como siempre en las falacias lógicas de apelar a la tradición (argumentum ad antiquitatem) y a la mayoría (argumentum ad populum); haciendo gala de su importancia dentro del tejido asociativo como único elemento de cohesión social en nuestra ciudad y, ¡cómo no!, echar mano del carácter social y benéfico de las hermandades; después de hacer malabares con los objetivos municipales de fomento del turismo, el sector servicios, la economía local; para volver nuevamente al factor tradición en unos términos más propios de un nacionalcatolicismo que creíamos superado refiriéndose a los actos procesionales como conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, unos términos que imaginamos quedarán muy bien en el ámbito de la Unión de Hermandades pero que chirrían mucho en un acuerdo adoptado por una administración civil. Después de toda esta bisutería lingüística, el acuerdo establece una serie de cláusulas que representan la total subordinación del Ayuntamiento y sus recursos a la Unión de Hermandades.

El acuerdo contempla desde la total responsabilidad por parte del Ayuntamiento en el montaje y desmontaje de palcos y sillas, así como la seguridad y su mantenimiento (desde 2013 a 2017, por lo que este año esa tarea ya no debería haberle correspondido al Ayuntamiento), hasta la creación del museo de hermandades y cofradías, pasando por el adecentamiento de la vía pública antes y durante las procesiones, la retirada de elementos de la vía, cableado, vehículos, poda de arbolado… todo lo que pueda interferir a las procesiones, limpieza de la vía pública, seguridad de las propias cofradías, etc. Y no sólo durante los días de Semana Santa, este acuerdo se circunscribe a todas y cada una de las procesiones y actos de culto público que realicen nuestras hermandades durante el año.

Igualmente, se recoge en este convenio la cesión con carácter indefinido y de forma gratuita de una nave o local amplio y en buen estado de conservación y uso, ubicado preferiblemente en lugar céntrico para que pueda acoger parihuelas o, incluso, algunos pasos de nuestras hermandades.

Cesión de locales, búsqueda de una nueva sede, cesión gratuita y sin coste alguno de personal y uso del Teatro Villamarta para el pregón de Semana Santa, edición y distribución del cartel de Semana Santa también por parte del Ayuntamiento, facilitar de forma gratuita el uso de los equipamientos culturales y deportivos que sean solicitados, realización de proyectos y dirección de obras por técnicos municipales en iglesias, capillas, casas de hermandad actuales o por construir, etc. Para no dejar cabo suelto y por si aún no fuera suficiente, se abre la puerta a posibles compromisos futuros con la creación de una Comisión Mixta que también velará por el cumplimiento de este convenio.

Suponemos que la publicación de este documento tanto tiempo después de su firma obedece a la multitud de solicitudes que se han venido haciendo desde entonces y que, gracias a la puesta en marcha de esta plataforma, han aumentado notablemente. Hasta ahora no habíamos conseguido una respuesta clara por parte del Ayuntamiento. Incluso a requerimientos de otros grupos políticos en Pleno Municipal, se había intentado zanjar la cuestión con respuestas veladas y recurriendo siempre por parte del Ayuntamiento a los mismos argumentos utilizados por las hermandades.

Desde la Plataforma Laicista de Jerez no cejaremos en nuestro empeño de conseguir la nulidad de estos acuerdos pues entendemos que se está privilegiando considerablemente a una entidad privada con fondos y recursos públicos y que, ya sólo por el carácter confesional de ésta, sería motivo más que suficiente para que no contraer compromisos en estos términos.

Esto va mucho más allá de quién corre con los gastos de los palcos. Si repasamos todo lo que abarca este convenio nos podemos hacer una idea bastante clara del coste que supone (y supondrá) para la ciudadanía. Porque en un Ayuntamiento tan endeudado como el de Jerez las prioridades deberían ser analizadas con lupa. Porque no disponemos de una caja de caudales de la que se esté echando mano para pagar según qué cosas y en qué momento. Se está generando más y más deuda que, si en el balance final no crece o lo hace poco, es porque se está detrayendo de otras partidas que deberían ser prioritarias. Tal vez la priorización sea directamente proporcional al volumen que ocupen los votos del colectivo correspondiente dentro de una urna.

Algunos datos de interés:

Subvenciones y ayudas públicas concedidas por nuestro Ayuntamiento a distintas hermandades

¿Cuánto le cuesta la Semana Santa a Jerez?