Eminencia Reverendísima, se impone su santísima voluntad para que la asignatura de religión sea de oferta obligatoria en el bachillerato en todos los centros de enseñanza públicos o privados. Para la alternativa se prevé ese mismo carácter lectivo. La religión será evaluable y computará para la obtención de becas. Su Eminencia invoca los acuerdos con la Santa Sede, que bordean la inconstitucionalidad, implican cesión de soberanía y están pidiendo a gritos su denuncia. La obligatoriedad, por supuesto, la pagaremos todos los contribuyentes contentos de ver tanta maravilla de la mano del PP.