Símbolos religiosos
Muchos Espacios y Ámbitos Públicos están presididos por símbolos o expresados con fórmulas particulares, principalmente religiosas y de entre ellas casi exclusivas las católicas.
Se ha ido haciendo limpieza de símbolos franquistas y de "héroes" de la sublevación anti republicana, se ha hecho muy poco de los contextos religiosos también impuestos bajo la misma dictadura.
Crucifijos presidiendo locales de ayuntamientos, de escuelas, de despachos gubernamentales y de otros cargos públicos… estatuas erigidas con fondos públicos, titularidad de calles y de festividades oficiales del calendario, fórmulas de toma de posesión de cargos públicos y en el compromiso testifical de los juicios, capillas en las Instituciones Públicas, etc. Exposiciones con ocupación masiva de espacio y tiempo de belenes, procesiones religiosas en escuelas y otros locales públicos, etc. Y por la inversa la utilización de símbolos Públicos (banderas, himnos…) y la asistencia de Funcionarios Públicos a los actos religiosos.
El ámbito público es de todos y debe ser aconfesional y acultural, debe ser depurado de símbolos y fórmulas particulares, no sólo por los orígenes espurios de su imposición, sino que, aunque se considere democrático porque pudiera haber un grupo importante incluso mayoritario de creyentes o de seguidores políticos, el Ämbito Público es general a todos.
Los partidarios consideran que es violencia la eliminación de estos símbolos particulares; pero no se valora como tal lo que fue su imposición ni la permanencia discriminatoria de los mismos.
La instauración de la igualdad no es una imposición, como no lo es el reconocimiento de un derecho.