Una obra de teatro ambientada en un local gay en la víspera de la visita del Papa a Barcelona provoca la amenaza de denuncia de la asociación E-Cristians
Con la moral hemos topado. Aún no se ha estrenado la obra de teatro pero ya tiene una amenaza de denuncia. Los ingredientes son explosivos: la víspera de la visita del Papa a Barcelona se reúnen en un local gay donde se practica sexo extremo diversos personajes, entre ellos una monja catequista drogada que descubre allí su sexualidad o un joven que tras cumplir 18 años lo celebra ofreciendo su cuerpo a quien lo desee. Gang Bang. Abierto hasta la hora del Ángelus, que recibe el título de una especie de orgía en la que una persona mantiene relaciones sexuales con más de tres personas por turnos o al mismo tiempo, es una obra escrita y dirigida por Josep Maria Miró que se estrena este jueves en el Teatre Nacional de Catalunya y entre el público seguramente estarán los abogados de la asociación E-Cristians, dispuestos a averiguar si pueden actuar penalmente contra la pieza.
“No somos los guardianes de la moralidad de nadie. Cada uno puede tener los gustos sexuales que quiera, aunque personalmente eso de sexo en grupo me parece una pasada de proporciones cósmicas, pero si hay alguien que le gusta, que se lo haga mirar. Pero defendemos que no se atente a las creencias de una parte importante de la sociedad”, asegura Josep Miró i Ardevol, presidente de E-Cristians.
Ayer, el Miró autor ?tras aclarar que no existe parentesco entre él y el Miró de E-Cristians?, presentó la obra junto a los miembros de la compañía T6 y Sergi Belbel, director del TNC y defendió su texto afirmando que el local de contactos y la visita del Pontífice sirven de “vehículo para hablar de nuestro tiempo y de los valores que se desmoronan”.
Sin duda el personaje de la monja es el que ha levantado las mayores suspicacias de la asociación cristiana. “Unir la reciente visita del Papa, aparte de significar que la obra se ha hecho en un plis plas, con personajes católicos y homosexuales con prácticas sexuales radicales es simple oportunismo que está reñido con la calidad artística”, afirma Miró i Ardevol.
“No actuaremos contra la razón”, asegura Miró i Ardevol, que deja claro que antes de denunciar verán la obra. “A lo mejor es el parto de los montes y la resolución escénica no tiene nada que ver con el enunciado, pero si vemos que hay base actuaremos penalmente”.
Mientras se estrena la obra, lo que si ha hecho E-Cristians es pedir por carta al consejero de Cultura Ferran Marcarell que haga “una revisión personal de la obra y que asuma una decisión pertinente, ya que su contenido puede resultar escandalosamente desafortunado”. Según ellos, “mezclar la visita del Santo Padre con prácticas sexuales tan aberrantes como la de una violación en grupo, aunque sea consentida no es lo que muchos pensamos que ha de ser la política cultural de la Generalitat”.
Miró autor ironizó con “el alto grado de imaginación de los que se han escandalizado porque no han visto la obra” y aseguró que “una violación consentida es imposible, o es violación o es sexo consentido”.
Por su parte Belbel dijo que “quien venga a buscar polémica por polémica saldrá decepcionado” y confirmó que Mascarell le había llamado para interesarse por el contenido de la obra. “Fue una llamada cordial, amable y sin ningún tipo de consecuencia”. Belbel añadió: “Si en algún momento viera peligrar mi libertad dimitiría”.
Según Belbel la polémica no ha afectado a los trabajos de los nueve actores de la compañía que protagonizan Gang Bang, pero si ha aumentado el interés y ha hecho que sea la obra del T6 que más ha vendido en la preventa. “Al final nos darán las gracias”, aseguró Miró i Ardevol.
Obra “Gang Bang”, de Josep Maria Miró – Parte de los actores en la barra de La Llum, local gay donde se desarrolla la acción– DAVID RUANO
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