Servicio Público.
Es la función del Estado destinada a la satisfacción de las necesidades de los individuos ciudadanos y de la colectividad nacional. Se denominan también así las instituciones encargadas de cumplir esa finalidad: Enseñanza, Sanidad, Justicia, Seguridad…
El bienestar de los individuos ciudadanos, equilibrado -el bien común promedio- y la justicia en el ejercicio de las libertades es la principal finalidad que debe cumplir el Estado, o sea, sus Instituciones y los Cargos Públicos. En lo que toca a este título la cobertura de las necesidades primarias básicas para la supervivencia del individuo y de la comunidad, no pueden depender exclusivamente de la acción de los particulares, en su calidad o en su universalidad deben ser garantizadas por las Instituciones Públicas.
La amplitud y la calidad de las coberturas de los servicios públicos son un índice del desarrollo democrático de un país.
La relación de este tema con la laicidad – aunque parezca lateral- tiene que ver con el mayor grado de libertad que proporciona a los ciudadanos la garantía de la asistencia Pública de los servicios básicos. Cuando desciende la calidad de estos o se privatizan en forma extrema; se limitan las posibilidades de autonomía de los individuos que resultan condicionados por las características y las exigencias de los particulares que controlan los servicios privados.