El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha criticado en su carta semanal las decisiones que la consejera de Educación, Ana González, ha tomado en referencia a la asignatura de Religión en los decretos que han de acomodar la nueva Ley de Educación, la LOMCE, a la legislación del Principado de Asturias. En ellos, la Religión pierde peso en Secundaria y desaparece como asignatura específica en segundo de Bachillerato.
En una carta en la que destaca los valores cristianos tras su marcha anual de jóvenes a Covadonga, el arzobispo ha querido dejar claro su descontento con la consejera. Sanz Montes se queja del afán de algunos por «domesticar la libertad, acorralar la conciencia y achatar el horizonte al que cada día se asoman los jóvenes», y añade que estos comportamientos tienen lugar «desde muchos burladeros ideológicos que niegan derechos e imponen lo que nadie demanda (sucede con la clase de Religión y el acoso y derribo desde la Consejería)», señala en su carta.
El arzobispo arremete también contra «los intereses barriobajeros que viven del ‘bareto’ del alcohol a bajo precio, la movida del botellón, y las banalizaciones del sexo sin amor ni compromiso y de la droga sin cuento: todos ellos usan y tiran a los jóvenes, desde su interés o ideología».
COMENTARIO: Los hay que no se conforman con sus magros privilegios y quieren más. Y para ello no les importa pedir la vuelta a la dictadura e imposición de los valores, que ellos consideran, únicos y verdaderos, mientras afirman que son los demás quienes «niegan derechos o imponen» por no aceptar aumentar su privilegiado trato de tener los centros escolares para realizar su proselitismo con el dinero público. Ese es el concepto de igualdad de este jerarca católico.