COMENTARIO: Para los obispos es claro el sentido de la religión en la escuela: evangelizar. Un claro ejemplo de convertir una institución pública en instrumento de adoctrinamiento religioso con el dinero de los demás. Por eso reclaman cuanta más categoría tenga su "asignatura" más capacidad tienen para ejercerlo. Por eso la quieren "fundamental", lo les parece suficiente con estar invadiendo un espacio que no les es propio, quieren igualarla a la Lengua, Matemáticas, Ciencias,…
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha pedido hoy que las autoridades públicas garanticen la enseñanza de la religión en las escuelas "conforme a las convicciones de los padres" y "en condiciones equiparables a las asignaturas fundamentales".
Así lo ha expresado Rouco en una carta pastoral con motivo de la Jornada diocesana de Enseñanza, que se celebra este fin de semana con un congreso de profesores organizado por la Delegación Episcopal de Enseñanza.
"En una sociedad pluralista, el derecho a la libertad religiosa exige que las autoridades públicas garanticen la presencia en la escuela de la enseñanza de la religión conforme a las convicciones de los padres y en condiciones equiparables a las asignaturas fundamentales", subraya.
Ante el lema de este año "Nueva Evangelización, Nueva Escuela", Rouco habla de los dos desafíos que enfrenta la labor evangelizadora en la actualidad. "Una cultura muy influenciada por el pensamiento agnóstico y relativista" y los "estilos sociales de vida donde impera como criterio dominante el vivir y comportarse como si Dios no existiera".
Por esto, apuesta por presentar el Evangelio a través de un discurso y un lenguaje "teológicamente riguroso y valiente" que cultive el "diálogo abierto de la fe con la razón científica y filosófica".
"En esta exigencia de una nueva evangelización -apunta Rouco- adquiere una importancia especial la tarea educativa" y subraya que las instituciones educativas surgidas de la iniciativa de las familias religiosas, las diócesis, los movimientos eclesiales o de ciudadanos católicos "han de ser un lugar de educación integral de la persona por medio de un proyecto educativo".
