Un acto católico más, presidido por el obispo y la alcaldesa organizado por una entidad (Federación de Asociaciones de Vecinos de Albacete) que debería de representar al conjunto de vecinas y vecinos de múltiples y variadas creencias y convicciones.
Romería de reciente tradición (diez años) en honor al santo Juan, con procesión acompañada este año, por una charanga, varios polis municipales y no más de 50 personas, con misa en el parque de Albacete a la que asisten varios centenares, en ningún momento más de 0,50% de la población de Albacete.
Quizá la parte cuantitativa sería lo de menos, si no nos diera una idea del irrelevante apoyo popular, lo realmente grave es que se insista en fomentar tradiciones y actos de marcado carácter católico (en este caso de nula tradición) con apoyo económico y presencial de responsables públicos, que representan al conjunto de la ciudadanía.
Los ciudadanos católicos u otros colectivos religiosos o de otra naturaleza, están en todo su derecho de organizar sus actividades donde y cuando lo deseen, aunque con el cumplimiento de la ley, pero lo lamentable en este y otros casos, que roza lo bochornoso, es la actitud neocatólica de algunos políticos, en función de sus cargos y responsabilidades públicas.
Albacete Laico lamenta y condena públicamente esa actitud y ruega se tome nota, de cara al futuro, de la neutralidad en materia de convicciones y creencias que debería presidir las instituciones públicas, comunes a toda la ciudadanía.
