La delegada regia en la Traslación de los restos del santo solicitó ayuda para el reflotamiento del naval y solidaridad para las gentes sacudidas por los elementos naturales en Filipinas
La primer teniente de alcalde, Reyes Leis ha realizado la ofrenda nacional en la ceremonia celebración de la Traslación de los restos del Apóstol, como delegada regia en lugar del alcalde, Ángel Currás, que no asiste por el fallecimiento de su madre. Reyes Leis inició la ofrenda afirmando que Compostela responde a la filosofía del viaje, igual que el santo, y haciéndose una pregunta: "¿Que hubiera sido de estar tierras si tu barca no hubiera arribado a ella?. Estremece el mero planteamiento, la sola posibilidad", se contestó.
La oferente se alegró que que ahora la ciudad se sitúe en coordenadas de fe y cultura de civilización, en lugar de confluencia de culturas. Se refirió luego a las ocupaciones y preocupaciones temporales, que sometió a la atención de Apóstol.
En ese momento recordó al accidente tren Alvia, que calificó de dantesco, que "se recordará como una de las mayores cicatrices", pero también como "momento de mayor altura ética". Pidió que la atención a las víctimas no resulte corta y que se propague la solidaridad Que se extienda también la solidaridad sobre las costas de Filipinas, sacudida por los fenómenos naturales.
También aludió Reyes Leis al Camino: "Confiamos a que gentes de todo el mundo se acerque en el año franciscano", y se refirió al espíritu de encuentro, pluralidad y ayuda a los necesitados.
"Esperamos en la próxima ofrenda confirmar el reflotamiento del sector naval", y también la mejora del sector financiero, y afirmo el compromiso de cooperación y recostrucción colectiva.
Después pasó al conjunto nación española para hablar del desempleo, del enorme esfuerzo de muchas personas para superar la dureza de la crisis. Pidió al santo que dé aliento a los emprendedores y personas que buscan trabajo. Pidió ayuda y el destierro de la indiferencia. También solicitó ayuda para hacer sostenible el sistema de bienestar, que alcance a las generaciones futuras.
Finalmente, apeló a la igualdad de oportunidades y al mérito como principio, y pidió por la salud del Rey y toda la familia real.
Ejerció como secretario el tercer teniente de alcalde, Francisco Javier Noya. La ceremonia religiosa estuvo presidida por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y a ella asistieron numerosas autoridades, entre ellas el delegado do Goberno, Samuel Juárez., el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y varios conselleiros del Gobierno, como Francisco Conde, Agustín Hernández o Rocío Mosquera, y diversos miembros de la corporación municipal santiaguesa.
TRADICIÓN
La ceremonia de la Traslación se celebra anualmente el 30 de diciembre en recuerdo del traslado de los restos del Apóstol Santiago desde el puerto de Jaffa (Jerusalén) hasta las costas gallegas, desembarcados en el muelle de Iria Flavia (Padrón).
En base a la tradición, la Reina Lupa, soberana de las tierras envió tropas en persecución de la comitiva apostólica, que fue salvada, según el relato, por un milagro que ahogó a los perseguidores en las aguas del río Tambre.
La Reina Lupa quedó impresionada y ofreció su ayuda a los discípulos para que pudieran enterrar los restos del Apóstol, trasladados en un carro tirado por bueyes que al azar buscan reposo para el hijo de Zebedeo. Según la leyenda, los bueyes se detienen en un lugar llamado Libredón 'Liberum domum', en donde Santiago es enterrado hasta que es descubierto por un eremita en el año 813.
El rey Alfonso VI realizó en el año 1109 la primera ofrenda de Traslación, entregando una ofrenda de una docena de talentos de oro y otras de marcos de plata. En 1642, bajo el reinado de Felipe VI esta ceremonia se institucionalizó con carácter definitivo y desde entonces actúa como oferente el rey o un delegado regio.
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