PRIMERA: Te confieso mi perplejidad cuando dices que el partido está "absolutamente atado por el atavismo histórico" y no puede olvidar "el gran conflicto entre religión y política en el período republicano, en la guerra y en la dictadura".
Todo socialista tiene memoria de su pasado histórico, dado que como bien decía Jorge de Santayana, “aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo”. De ahí, que sea tan importante revisar continuamente la historia, sin atavismo de ninguna clase, pues nadie del partido pretende imitar o mantener formas o actitudes políticas del pasado, sino que al contrario todos tenemos el firme propósito de aprender de los errores cometidos para no repetirlos y siempre con el agradecimientos inmarchitable a todas las víctimas de la dictadura que dieron su vida pos la causa de las libertades, de las ideas republicanas y de izquierdas. En este sentido nuestra memoria tiene que ser imborrable
SEGUNDA: No entiendo exactamente, lo que quieres decir cuando afirmas que lamentas no haber “conseguido en 20 años instalar en el PSOE una concepción abierta, tolerante, respetuosa e incluyente del hecho religioso”.
¿No consideras que sea un gesto de tolerancia y respeto hacia la compatibilidad de lo religioso con la política que en la página WEB del PSM-PSOE exista una pestaña dedicada a la información denominada, “CRISTIANOS SOCIALISTAS”?. Sin embargo, debido a este “hecho” un grupo de compañeros enviaron una respetuosa carta de protesta al Secretario General del PSM pidiendo que se suprimiera, sin que hasta la fecha hayan conseguido nada.
Por otro lado, ¿no valoras que se comete un agravio comparativo con representantes de otros hechos distintos, como pueden representar los ateos y agnósticos, que con seguridad son mayoría en el partido, al no disponer de una pestaña en la página WEB del PSM, para defender libremente sus ideas?
TERCERA: El hecho que destacas acerca de que el electorado del PSOE está formado por un 47% de españoles que se declaran católicos, no les debería otorgar ningún privilegio dentro del partido respecto del otro 53% que no se declara católico y que vota a nuestro partido. Quienes votan al PSOE, sean religiosos o no religiosos, lo hacen únicamente porque se identifican con las propuestas que se hacen, dejando al margen las cuestiones religiosas. Incluso, estamos seguros que si las posiciones políticas fueran menos tibias en relación al mantenimiento del concordato con el Vaticano, los resultados electorales podrían mejorar.
CUARTA: Citaste con poca fortuna el libro de Javier Elzo cuando afirmaste que “en España se vive una polarización insufrible entre un catolicismo rancio cruzadista y un progresismo caduco anclado en el pasado que en España todavía no se ha librado del anticlericalismo de los peores recuerdos”, lo cual, cuando menos, requiere dos puntualizaciones:
A) El clericalismo, que este año cumple 1700 años de la promulgación por Constantino del Edicto de Milán y por el que convirtió al cristianismo en religión oficial del Estado es, por lo tanto, más vetusto, anacrónico y rancio que el anticlericalismo cuyos orígenes hay que situarlos en el “siglo de las luces”.
B) Que la más reciente polarización tiene su origen en la conferencia episcopal pues durante las dos legislaturas de J.L Rodríguez Zapatero pudimos comprobar como la Iglesia Católica, a pesar del amplio respaldo ciudadano a las políticas sociales del gobierno socialista, intentó obstaculizar e impedir que salieran adelante aquellos proyectos de ley, entre ellos el de Educación para la Ciudadanía, el matrimonió no heterosexual, la ley de plazos del aborto, que podrían suponer una merma a sus múltiples privilegios, hasta conseguir sus propósitos en la actual legislatura del PP y con la inclusión de la religión como asignatura optativa y evaluable.
QUINTA: Tu afirmación de que “lo religioso no es un asunto privado, como muchos socialistas y españoles creen, sino que posee una dimensión pública y política que un partido como el PSOE no puede despreciar”, a nuestro entender contiene un error de concepto, pues confunde y mezcla la religión, entendida como un conjunto de creencias admitidas por la fe, y que como tal forma parte de la conciencia individual, y, por lo tanto, de la esfera privada de la persona, con la religión institucionalizada, que si posee una dimensión pública y política. Más, si esta es la doble condición que se exige para “normalizar” el hecho religioso dentro del partido, entonces exigimos que, igualmente, puesto que también la cumplen, se normalicen los hechos respectivos de ser ateo, agnóstico, ecologista, pacifista, marxista y otras ideas o creencias que igualmente puedan constituir un hecho social
SEXTA: Dices que lo religioso es un hecho social que incide en la producción de valores. También la economía, la ecología, los derechos humanos, etc, son hechos sociales que generan valores. Pero, los únicos valores que nuestro partido debe reconocer y exigir a todos sus afiliados que los cumplan están en nuestros estatutos, como ocurre en el artículo segundo: “El PSOE es una organización política de la clase trabajadora y de los hombres y mujeres que luchan contra todo tipo de explotación, aspirando a transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria y en paz, que lucha por el progreso de los pueblos” y por lo tanto por la consecución de una sociedad más justa, solidaria, igualitaria, libre de prejuicios de todo tipo que dificulten el avance del conocimiento y de la racionalidad humana.
SEPTIMA: Cuando afirmas que la Iglesia tiene que dejar de ser para muchos progresistas una “especie de adormidera” para la conciencia, depende exclusivamente de la propia Iglesia. Cuando la Iglesia esté incondicionalmente al lado de los que más sufren, de los que menos poder tienen para defender sus derechos fundamentales, de los perseguidos, maltratados, menospreciados y discriminados por razones de su orientación sexual, de su origen étnico o de su género o de su condición económica, la idea de Marx de que la religión es el opio del pueblos será superada.
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