Los menores vivían en la comunidad religiosa Doce Tribus, una presunta secta sobre la que pesan acusaciones de maltrato infantil
Cien agentes de policía han participado en la liberación de los niños, que temporalmente están al cuidado de familias de acogida debido a que la justicia ha retirado a los padres su custodia.
La policía ha rescatado este jueves a cuarenta niños de la controvertida comunidad religiosa Doce Tribus, una presunta secta cristiana acusada de abusar de forma continua de los menores. Un centenar de agentes y funcionarios de la Oficina de Protección del Menor han participado en la operación policial registrada en dos comunidades de la secta: un monasterio situado en Deiningen y en Wörnitz, dos localidades pertenecientes al estado federado de Baviera, al sur del país.
La justicia ha retirado la custodia a los padres de los menores y estos permanecen de manera temporal al cuidado de familias de acogida debido a que existen acusaciones que apuntan a un abuso infantil continuo y significativo por parte de los integrantes de la secta que podrían comprometer el bienestar físico y emocional de los niños, según declaró un portavoz.
La intervención se produjo el jueves, alrededor de las 6:30 de la mañana, en condiciones de tranquilidad ya que según ha informado la policía los padres de los niños no ofrecieron resistencia en el momento del rescate.
La comunidad religiosa Doce Tribus sigue las enseñanzas de la Biblia y cree en los castigos físicos como parte de la educación infantil. La "secta" se resiste a enviar a los menores a la escuela pública debido a su oposición a que reciban educación en materia sexual. El pasado año la revista germana Focus alertó del maltrato que sufrían los niños de esta comunidad que, según informaba, eran golpeados con varas, aunque desde la agrupación rechazaron las acusaciones.
Un cartel simboliza el pueblo de Klosterzimmern, hogar de la comunidad religiosa Doce Tribus, cerca de Deiningen (Alemania)– (EFE)
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