“Es un día doloroso, pero contad con nuestro apoyo y cariño”. Con estas palabras de aliento a las fuerzas de seguridad del Estado, el obispo de Córdoba ha mostrado su adhesión a la labor que éstas realizan. Una afirmación que ha pronunciado en la monición de entrada se la misa en conmemoración de los Ángeles Custodios, celebrada en la Catedral. El acto litúrgico ha contado con una nutrida presencia de los responsables de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil, además de representantes de los organismos públicos como el subdelegado del Gobierno, mandos militares, entre otros.
En la homilía, el obispo ha comenzado destacando que “la patria está en peligro y hay que pedir ayuda a Dios”. Así ha destacado que es un sentimiento pertenencia, que.se halla inscrito en el cuarto Mandamiento. Por tanto, el prelado ha destacado que no es propiedad exclusiva de una facción política. Y ha subrayado que no le corresponde a él ofrecer soluciones para para el contexto en que vive España. En este sentido, Demetrio Fernández ha destacado la necesidad que hay de encomendarse a Dios. “Hoy quizá más que nunca lo necesitamos”.
El prelado no ha dudado en subrayar que hay un “gran deterioro de la vida moral. No estoy abogando por un estado confesional, no. Pero cuando se aparta de un pueblo a Dios, se produce este deterioro”. Por ello ha resaltado el valor que posee la fraternidad que ofrece Dios y que “nos hace amar y respetar a los demás”.
En la parte final de su intervención el obispo ha manifestado su deseo de que la celebración de los Ángeles Custodios “sirva para expresar apoyo, cariño y reconocimiento a la policía nacional a favor del Estado de derecho y el orden Constitucional” y terminó mostrando su apoyo a los agentes, “colaboradores de Dios en don de la Paz” .