La privilegiada relación de la Iglesia católica con el Estado es cuestionada por los partidos, a excepción del PP. La educación concertada y la asignatura doctrinal son aspectos claves de cara a las propuestas que presentarán los cuatro prinicpales partidos ante las elecciones generales del 26-J. Repasa la postura de cada uno de ellos.
PP: Rajoy hace guiños a la Iglesia para cultivar su voto más a la derecha
El PP respetaría la actual relación del Gobierno con la Santa Sede y con las autoridades eclesiásticas
Ni la relación del Estado con la Iglesia ni el asunto religioso son ahora una prioridad para el PP ni para su candidato Mariano Rajoy. El PP no ofrece en su programa electoral para el 26-J, casi calcado al del 20-D, ninguna promesa ni oferta relacionada con la religión. No se plantea tocar una coma del Concordato que estipula esa comunicación privilegiada desde 1953 y quieren mantener la regulación actual de la libertad religiosa y de los colegios privados concertados.
El PP mantendría, de seguir en el Gobierno tras el 26-J, la actual relación del Gobierno con la Santa Sede y con las autoridades eclesiásticas católicas como quedaron en el Concordato firmado por el dictador Francisco Franco en 1953 y que se modificaron en 1976 y en 1978 especialmente con la aprobación de la Constitución democrática, según fuentes de la dirección del partido.
Los populares se agarran al artículo 16 de la Carta Magna para subrayar la vigencia de la libertad religiosa: “1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. 2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. 3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones”.
En el programa electoral pasado, que consta de 226 páginas, no hay capítulos ni propuestas sobre religión o laicidad. Solo generalidades y en cualquier caso relativas al apartado educativo. Es ahí cuando se alude a que siempre han llevado como “un elemento fundamental de su ideario la defensa de la libertad” y se comprometen a “garantizar y ampliar las libertades educativas consagradas en nuestra Constitución”.
En ese punto se añade, ante la “demanda creciente de millones de familias españolas”, que el PP “facilitará que los padres puedan ejercer eficazmente su derecho a elegir el tipo de educación y el centro donde escolarizar a sus hijos” y también “a educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones religiosas y morales”. Y concluyen: “Continuaremos respaldando el sistema de conciertos educativos”.
PSOE: La Iglesia pagará el IBI y se revisarán sus propiedades
El PSOE también reclamará la titularidad de los bienes que la Iglesia ha inmatriculado desde 1998
La Iglesia tendrá que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de sus propiedades ajenas al culto si el PSOE gobierna. La intención de Pedro Sánchez es establecer una “fiscalidad general” para aquellos bienes de confesiones religiosas, no solo la católica, “que no estén afectos a uso de culto o social”. Ningún gobierno, incluido los socialistas, han abordado la exención de este impuesto. En esta línea, el programa con el que Sánchez concurrió a las elecciones del 20-D era favorable a “avanzar en la autofinanciación” de las religiones implantadas en el país.
El PSOE también reclamará la titularidad de los bienes que la Iglesia ha inmatriculado desde 1998 en aquellos casos “sin la existencia de un título material y previo que justifique la titularidad a su favor”. La cantidad de inmuebles afectados se desconoce, salvo excepciones como las de Navarra (1.087 propiedades) y País Vasco (más de 500).
El pacto con Ciudadanos incluyó “revisar” pero no “denunciar” los acuerdos con la Santa Sede, como sí recogía el PSOE en el programa con que se presentó al 20-D.
UNIDOS PODEMOS: El partido de Iglesias hace equilibrios para no perder el voto católico
“¿Cree usted en Dios?”, le preguntaron a Pablo Iglesias la semana pasada en las jornadas del Círculo de Economía de Sitges. El líder de Podemos primero ganó tiempo con una respuesta académica. “Es un significante en disputa”, dijo, en referencia a que se trata de una palabra que cada cual puede llenar de contenido. Acto seguido, dio su interpretación personal: “Si Dios es lo que dice su representante en la Tierra, el papa Francisco, creo bastante en lo que dice”.
Estas afirmaciones reflejan la postura de su formación emergente, que defiende en su progama electoral medidas como la anulación del Concordato con El Vaticano, pero no quiere renunciar al voto católico. La misma relación de Pablo Iglesias con la religión es infrecuente en un dirigente político. El secretario general de Podemos se declara ateo, pero nunca ha ocultado las influencias religiosas que recibió, por ejemplo, por parte de su abuelo. Afirma que villancicos como El Naranjel le dejan con “el corazón en un puño” y siempre ha mostrado respeto por la labor de los católicos de base.
El papa Francisco se ha convertido, además, en uno de los principales referentes en política social e internacional de los portavoces de la formación, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en Izquierda Unida y con su líder, Alberto Garzón. El número dos del partido, Íñigo Errejón, se reunió la semana pasada con una ONG argentina, La Alameda, para tratar la crisis de los refugiados. Recibió la encíclica de Jorge Mario Bergoglio, Laudato si, que llama a los representantes políticos a liberarse de los condicionantes de los poderes económicos.
Con la vista puesta en estas consideraciones, Iglesias eligió hace más de un año como candidato de Podemos en la Comunidad de Madrid a un antiguo dirigente de Cáritas. José Manuel López dirigió la fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia, durante las etapas de los socialistas Juan Fernando López Aguilar, Mariano Fernández Bermejo y Francisco Caamaño.
CIUDADANOS: Escuela pública laica y fin de los privilegios fiscales
Ciudadanos aboga por una asignatura de historia de las religiones
Ciudadanos defiende una escuela pública laica en la que se imparta historia de las religiones. La formación, además, aceptó revisar los acuerdos de la Iglesia con el Estado en el pacto poselectoral que le unió con el PSOE, y está a favor de “revisar algunos privilegios”, en palabras del propioAlbert Rivera, como la exención en el pago de IBI y otras situaciones patrimoniales.
“Ciudadanos es un partido laico, que fomenta el respeto hacia todo tipo de religión, pero que defiende la completa neutralidad y laicidad de las administraciones, enseñanza y cultura”, aseguran desde la formación emergente. “El partido aboga por la eliminación de cualquier privilegio económico o fiscal respecto a cualquier confesión religiosa, apuesta por velar por una educación pública y laica como derecho universal, igual e integrador, garante de la libertad de conciencia individual, y de la independencia del Estado respecto cualquier ideología”.
Ciudadanos aún no ha hecho público el programa con el que concurrirá al 26-J, pero ya defendió este ideario el 20-D. En aquella campaña, Rivera criticó a Pedro Sánchez, candidato socialista, por reabrir el debate sobre la presencia de la religión en las aulas.