El Tribunal Constitucional de Moldavia ha prohibido el uso de la castración química para castigar a los pedófilos condenados, considerando que representa una violación de los Derechos Humanos fundamentales.
Diputados de extrema-derecha del partido Liberal sacaron adelante el año pasado una ley que prevé la castración química para los moldavos y extranjeros condenados por abuso sexual de menores de 15 años, argumentando que la antigua república soviética se ha convertido en un destino para el turismo sexual.
El Constitucional dictaminó el jueves que el procedimiento de la castración química representa una intervención médica contra la voluntad de una persona y por tanto supone una violación de los Derechos Humanos básicos. En su veredicto afirma que, aunque la violación es una delito grave, ya conlleva penas severas como la cadena perpetua.
Desde que la ley fue aprobada por el Parlamento el año pasado, cinco personas han sido condenadas a la castración química, pero el procedimiento no ha sido ejecutado en ninguno de los casos, a la espera de que se produjera la sentencia sobre la constitucionalidad del mismo.
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