Guanyem per Badalona en Comú, el Podemos de esta ciudad, pone un velo islámico a su ayuntamiento. Fátima Taleb, número 5 de esta formación, sale como concejal del municipio y manifiesta que se siente “orgullosa de ser la primera musulmana en el Ayuntamiento de Badalona“.
¿Por qué se metió en política la candidata de Guanyem?
Fátima Taleb revela que decidió entrar en política por casualidad, después que el ayuntamiento no nos dejase celebrar a un grupo de mujeres una fiesta benéfica para recaudar dinero para familias necesitadas alegando que en aquella sala no se podían celebrar fiestas religiosas”. A esto añade que “lo más curioso del caso es que hacía un mes y medio que habíamos efectuado la reserva, y nos anunciaron la anulación un día antes, curiosamente un día después del atentado a la revista Charlie Hebdo en París”.
Fátima Taleb quiere normalizar que los musulmanes ocupen poderes públicos
La candidata de Guanyem per Badalona en Común dice que se alegra de “poder estar en un proyecto inclusivo, no excluyente, ya que yo siempre llevo velo. El hecho de formar parte del equipo de gobierno en el Ayuntamiento una musulmana ha de ser algo normal, y no anormal como algunos podrían pensar”.
Le declara la guerra al alcalde, Xavier García Albiol, por racista
Fátima Taleb acusada a Xavier García Albiol, alcalde del PP por Badolona, de decir “en un artículo de prensa que nuestros hijos están obligados a compartir clase con extranjeros”. Por ello, considera que el popular “está separando y excluyendo a unos niños y niñas, la mayoría de los cuales han nacido también en Badalona”.
COMENTARIO: EL problema no es si una concejala es musulmana, cristiana, atea,… el problema aparece cuando cualquier persona que ejerce una función pública lo hace en función de sus creencias o convicciones personales (a las que tiene derecho) en vez de actuar teniendo en cuenta el bien común al conjunto de la ciudadanía. Si en este caso esta concejala trata de utilizar su condición de musulmana en el ejercicio de su cargo público, estará actuando con el mismo confesionalismo de los concejales qye salen en las procesiones católicas, de los evangelistas que lo aprovechan parar repartir sus biblias, o de los ayuntamientos que nombran a vírgenes alcaldesas perpetuas. Y a partir de ese momento estarán vulnerando la aconfesionalidad del Estado.
