La formación morada solicita al Pleno que deje de haber presencia oficial en los actos de la Patrona y en la procesión marraja del Viernes Santo
Podemos pedirá en el Pleno municipal de mañana que el Ayuntamiento anule la invitación a los concejales para que participen oficialmente como miembros de la Corporación municipal en la comitiva del Viernes de Dolores hacia la basílica de la Caridad, así como su participación en la misa de la Onza de Oro y en la procesión del Viernes Santo. Los representantes de la marca local de ese partido, Cartagena Sí Se Puede, se oponen a la participación en pleno en cualquier manifestación religiosa. Y ya han chocado con el alcalde, José López, que pidió inmediatamente que quien prefiera evitar esos actos «no se meta en la libertad de los demás» para acudir a una convocatoria que es voluntaria.
La portavoz de Cartagena Sí Se Puede, Pilar Marcos, arremetió, durante una rueda de prensa, contra la intervención de la Corporación municipal en cualquier acto religioso, sea o no una tradición. A su juicio eso choca con el carácter de España como «estado laico», término que confundió con el de estado aconfesional, que así es España.
«Hay que separar la religión de la política. Si no, alguien podría plantearse por qué el alcalde no convoca a los concejales a participar en la fiesta del cordero», dijo Marcos, en referencia al ramadán musulmán. «Los concejales, si quieren, deberían participar como particulares, sin invitación oficial», dijo su compañera de grupo Teresa Sánchez.
López mantiene la invitación
«Mantendré la convocatoria», dijo el alcalde. Para contestar a Podemos José López aprovechó una comparecencia, tras una visita de los representantes del Hospital de Caridad al Palacio Consistorial para precisamente invitarle a los actos en honor a la Patrona. «Hay quien dice que el Ayuntamiento debería estar al margen de los actos religiosos; otros pueden pensar que tampoco debemos participar en el Carnaval, en la cabalgata de reyes o en la del orgullo gay. Pero el alcalde lo es de todos los cartageneros, sean de una o de otra tendencia y en este caso se trata de un hito fundamental para la ciudad, al que se seguirá convocando sin obligar a nadie», aseguró.
López recomendó a Podemos «que consiga primero una mayoría absoluta en el Ayuntamiento» y piense entonces en aplicar sus ideas. «Pero eso no pasará mientras yo siga de alcalde», añadió.
En los últimos tiempos, ningún concejal se había ausentado de una procesión, de manera reiterada y por razones ideológicas, hasta que en 2011 el portavoz de Izquierda Unida-Verdes, Cayetano Jaime Moltó, no participó en la comitiva que salió en el Palacio Consistorial y entró en la Caridad para asistir a la misa. Tampoco participó en la procesión del Santo Entierro. Y mantuvo esas ausencias durante los tres años siguientes. Nunca dio publicidad a sus actos ni criticó a quienes sí acudían en libertad. Su compañera de grupo, María Rosa Mateo, que es procesionista, participaba en ambos actos.
«Una subvención más»
La ofrenda de la Onza de Oro parte de una tradición distinta a la de la Semana Santa, aunque ha quedado unida a ella, dado que se celebra con las procesiones en marcha. Tiene que ver con la celebración del día de la Virgen de la Caridad, patrona de Cartagena y del Santo y Real Hospital de Caridad. Desde hace más de 250 años, la Corporación entrega una ayuda monetaria y lo hace en la iglesia, ante la imagen de la Virgen.
«Nosotros no nos negamos a que esa ayuda se dé. Pero entendemos que debe librarse como cualquier otra subvención. Y sí se considera importante la entrega, que se haga en un acto público en el Palacio Consistorial», indicó Pilar Marcos.
Por lo que respecta a la procesión marraja del Viernes Santo, la participación de la Corporación se remonta al menos al siglo XIX. Forma parte de la integración de las fuerzas vivas de la ciudad en las distintos desfiles procesionales. Los concejales marchan en comitiva a continuación del trono del Santo Sepulcro, al que también acompaña el obispo.
Los cofrades, al margen
La Junta de Cofradías prefiere la discreción y no terciar en la polémica. «Estas cosas las tienen que resolver los políticos, no las asociaciones religiosas que, por estatutos, tienen prohibido meterse en política», indicó su presidente y hermano mayor del Resucitado, Bernardo Simó.
La inclinación de Podemos y sus grupos afines a separar a los representantes de la Administración pública de los actos religiosos tiene precedentes como la ausencia del alcalde y los concejales de Compromís en la ofrenda a la Virgen, en Valencia.