La portavoz de educación del grupo parlamentario Podemos Castilla y León, Lorena González, ha calificado de “tramposo” que el consejero de Educación justifique la existencia de la asignatura de religión confesional como una manera de conocer nuestra historia o literatura.
Tras la publicación de las conclusiones de la encuesta realizada por la plataforma por la Escuela Pública de Soria a más de 1.150 familias donde un 65 por ciento de ellas asegura que se necesitan más horas semanales de inglés dentro de la jornada lectiva que podrían realizarse eliminando del currículo asignaturas como religión, el consejero ha defendido la existencia de esta asignatura.
“Es evidente que las distintas religiones han calado de manera muy significativa en todos los ámbitos de las distintas culturas y sociedades y eso es algo que nuestro alumnado debe estudiar y conocer. El problema es que tanto los criterios de evaluación como los estándares de aprendizaje evaluables según la LOMCE para esta asignatura son, entre otros, identificar y valorar la creación como un acto de amor de Dios al hombre, expresar con palabras propias el asombro por lo que Dios hace, memorizar fórmulas de petición y agradecimiento, reconocer que los cristianos formamos una familia, reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por si mismo la felicidad o relacionar la unidad de la Iglesia con la unidad de los órganos de su propio cuerpo. Por tanto, obviando el sinsentido de que en un Estado aconfesional se inserte una asignatura confesional en su sistema educativo, vemos como lo que se enseña no es son las repercusiones históricas que han tenido las diferentes religiones a lo largo de la historia de la humanidad, sino puro adoctrinamiento católico”, ha señalado Podemos en un comunicado.
Es por ello que esta formación política ha pedido a la Junta que, dentro de sus competencias, reduzca al mínimo permitido el horario de religión para ganar horas en otras materias y que inste al gobierno a iniciar los trámites para retirar el carácter evaluable de la asignatura.
“Que en pleno siglo XXI, existan profesores nombrados a dedo por los Obispos, pagados por todos, con una plaza fija sin pasar una oposición, impartiendo una doctrina religiosa que cuenta para la nota media y que debería pertenecer al ámbito privado de cada familia es algo completamente anacrónico”, ha concluido.