Tiene firmado un Concordato intocable que está por encima de la Constitución, sus archivos no están sujetos a la ley de Protección de Datos (intente darse de baja). Todos estos privilegios están apuntalados en el Proyecto de Constitución Europea en su Artículo 51 que misteriosamente nadie menciona, (la trampa está ahí, no solo en el preámbulo).
A cambio la ciudadanía no católica ¡que incomprensiblemente existe, aunque nadie la considere!, soporta desplantes, continuas injerencias, actitudes despectivas e insultantes, como la de ayer en la Catedral de Santiago, y ¡pagamos por ello!.
Sr. Ministro, es una exigencia de la ciudadanía que aunque no se atrevan a tocar los privilegios de estos señores, el respeto se lo pida a ellos.
Carmen Echeverría (Madrid) Europa Laica