El embajador de Brasil en el Perú, Jorge D’escragnolle Taunay Filho ha dedicado sus últimas horas de gestión en Lima, este miércoles 21 de junio, a defender la instalación inconsulta del llamado “Cristo del Pacífico” en una zona intangible de la capital peruana. Ha dicho que más temprano que tarde los limeños tendrán que acostumbrarse pues “es difícil ir contra un Cristo”. En buen cristiano, no solo ha defendido el último capricho de Alan García, sino también la “generosidad” de una de las mayores transnacionales del país de la samba, y de paso criticó a la alcaldesa limeña Susana Villarán tildándola de descortés por plantear que el donativo se reubique en el algún tramo de la Transoceánica que une Perú y Brasil.
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