Una pintura con la imagen de Jesús en la cruz totalmente desnudo del artista Floreal Jaka fue retirada ayer del entrepiso del Anexo A de la Cámara de Diputados, donde se exhibía, como parte de la muestra «Imaginario» , desde la semana pasada. La medida fue dispuesta por la Dirección de Cultura de esa Cámara, organizadora de la exposición, tras hacerse público el pedido de un ciudadano, Jesús María Silveyra, quien consideró que la obra faltaba el respeto a los sentimientos y valores cristianos.
«En cuanto tomé conocimiento del pedido, di las instrucciones para que fuera retirada la obra en cuestión y pedí las disculpas del caso» a Silveyra, dijo a LA NACION Andrea Barbieri, titular de la Dirección de Cultura de Diputados desde hace casi cuatro años. «Nunca fue intención mía ni de mi equipo ofender los valores de los que profesan la fe cristiana -de hecho, la mayoría de nosotros somos cristianos- ni los de ningún otro credo». Y agregó: «Quizás el error fue no haber tomado registro de todas las imágenes que se exhibirían, dado que somos una institución pública nacional. En un espacio privado de otro tipo, quizá la misma obra impacta de otro modo».
Silveyra dijo que hizo ese pedido como «católico común y corriente» y «no por la desnudez en sí de Jesucristo, quien nació pobre y murió pobre, sino por la tergiversación que se hace de un símbolo religioso tan caro a nuestra fe, que se exhibe cubierto desde tiempos inmemoriales tanto en templos, edificios públicos y privados como en los hogares». Y estimó que «el resto de los ciudadanos que profesan otros cultos estarán de acuerdo con esta solicitud, porque lo mismo ocurriría si se exhibiera desnudo a Moisés, Abraham, Mahoma, Buda o Vishnú».
Este caso se suma a otros que en el último tiempo pusieron en juego la tensión entre expresión artística y respeto a los símbolos religiosos, como la escultura María feminista, de Silvia Lucero, o la torta con la imagen de Jesucristo de Emiliano Paolini y Rita Marianela Perelli. Tras una denuncia, la Justicia dispuso que la imagen de la Virgen María intervenida con un pañuelo verde, símbolo de la campaña por el aborto libre y gratuito en el país, que se exhibía en un centro cultural dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, fuese expuesta a puertas cerradas y con una advertencia sobre «los eventuales efectos que podría causar en los sentimientos religiosos de los espectadores». En tanto, el año pasado, en la feria FACA, el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, aceptó probar una porción de la Jesús Cake de Kidstianism. La acción performática terminó con un pedido de disculpas.
