Una mujer ha declarado hoy ante un juez que vio a la religiosa María Gómez Valbuena, la primera religiosa imputada en un caso de robo de niños, que la acusada estaba presente cuando presuntamente le robaron a su hijo en una maternidad madrileña en 1966, según han confirmado fuentes jurídicas.
Según la testigo, de la que no ha trascendido su identidad, en 1966 dio a luz a un varón en la Casa de la Maternidad, pero a la media hora le dijeron que había fallecido. No le dejaron ver el cadáver, pero ante la insistencia de la familia se lo permitieron al padre, el cual manifestó que ese cuerpo no parecía el del bebé que había visto porque era más grande. La madre ha comentado al juez que vio en la clínica a sor María, a la que ahora ha reconocido al salir en televisión.
La mujer ha declarado esta mañana ante el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid, Antonio Viejo. Su caso fue archivado por la Fiscalía de Madrid al no haber constancia de documentos, pero el juzgado citado sigue investigándolo y en breve podría llamar a declarar a parte del personal sanitario que atendió el parto.
De los más de 260 casos de niños robados denunciados ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid, 230 están ya archivados y solo una veintena siguen abiertos. Hasta el momento, los dos únicos que se han remitido a los tribunales Plaza de Castilla son los que tramitan los Juzgados de Instrucción números 47 y 52.
El titular del 47, Adolfo Carretero, que ha imputado a sor María por el presunto robo de la hija de María Luisa Torres en 1982, ha pedido al Registro Oficial que le facilite la partida de nacimiento y el expediente de adopción de la niña, llamada Pilar y que fue adoptada por un matrimonio sin hijos.
El caso investigado por el Juzgado de Instrucción número 52 es el de dos mujeres con un perfil genético coincidente en un 99,9%, según el resultado de las pruebas de ADN que se hicieron a través de una asociación de niños robados, y que quieren conocer si son madre e hija.
Según otras fuentes jurídicas, otra mujer ha presentado una denuncia en los juzgados madrileños para que se investigue su adopción, ya que, según ella, fue regalada a su madre no biológica por el doctor Eduardo Vela en la clínica San Ramón, la misma en la que trabajaba sor María, en agradecimiento a su ayuda a un cura de Miraflores de la Sierra (Madrid).