Pide a la Virgen Blanca que “ilumine a nuestros representantes en el Parlamento” para que el anteproyecto del aborto “no sea aprobado”
El obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, afirmó hoy que el nuevo decreto de Educación vasco ha provocado un descenso "drástico" en el número de alumnos que cursan la asignatura de religión, y advirtió de que "si no se pone remedio, en pocos años, la asignatura de moral católica está abocada a desaparecer en la Escuela pública y en las Ikastolas".
Asurmendi, en su homilía en honor a la Virgen Blanca, celebrada en la Iglesia de San Miguel de Vitoria, solicitó a la Virgen Blanca "el don de superar en la sociedad vasca y española la grave crisis de la conciencia moral que actualmente afecta al derecho a la vida, a la educación religiosa y moral, y al trabajo".
En este sentido, Asurmendi hizo referencia al anteproyecto de ley orgánica del aborto que en los próximos meses se votará en el Parlamento del Estado. Al respecto, manifestó que la postura de la Conferencia Episcopal española afirma que "el aspecto más sombrío del anteproyecto es su pretensión de calificar el aborto provocado como un derecho que habría de ser protegido por el Estado". "Aquí hay una fuente envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto", señaló.
Asimismo, criticó que se facilite a las madres gestantes "la eliminación de sus hijos, en lugar de proteger la maternidad y la familia para evitar que las mujeres se conviertan en víctimas del aborto".
Por ello, pidió a la Virgen Blanca "que ilumine a nuestros representantes en el Parlamento del Estado para que este anteproyecto no sea aprobado", ya que "la iglesia proclama el derecho a la vida de todo ser humano desde el instante mismo de su concepción, por lo que el aborto provocado es dar muerte a un ser humano".
Para Asurmendi, el aborto es "un claro signo de la crisis de conciencia moral en nuestra sociedad". "Quienes realizan un aborto y quienes colaboran en él quedan excomulgados", subrayó.
EDUCACION
Por otro lado, el Obispo de Vitoria responsabilizó al nuevo decreto de Educación aprobado por el anterior Gobierno vasco, del "descenso drástico" en el número de alumnos que cursan la asignatura de religión y moral católica en el País vasco. "Si no se pone remedio, en pocos años, la asignatura de moral católica está abocada a desaparecer en la Escuela pública y en las Ikastolas", advirtió.
Asimismo, relacionó esta situación con el aumento de la violencia juvenil, el abuso de la droga y el alcohol, y del sexo sin control ni responsabilidad, y afirmó que la asignatura de moral católica "constituye un medio válido fundamental para una correcta educación de los jóvenes".
Finalmente, hizo referencia a la actual crisis económica y consideró que, pese a que en el País Vasco hay una tasa de paro menor a la del resto del Estado, "resulta descorazonador hablar con las familias en paro que acuden a Cáritas o a las parroquias del Casco Histórico para pedir un bocadillo como total comida del día". "Los fríos números de las estadísticas tiene sufrientes rostros humanos", concluyó.