14.- Delito continuado por parte de miembros del clero y religioso ordinario, con premeditación y alevosía, de la trata y comercio de niños recién nacidos, enajenados a sus legítimas madres biológicas con fines ilícitos y lucrativos, más los agravantes de ocultamiento inmoral, secuestro forzado y falsedad de documentos públicos en la perpetración del engaño social y jurídico.
15.- Delitos de abuso de autoridadcon coacciones y violencia, tanto psíquicas como físicas, en los niños. Psíquicas, por los miedos, terrores, traumas y pesar de conciencia y culpabilidad incoados en mentes infantiles aun en formación, permeables a cualquier influencia de autoridad. Física, por los continuados y vejatorios castigos corporales que, arbitrariamente y con saña, han impartido, con escaso o nulo sentido de la auténtica función pedagógica.
16.- Delito de aberrantes abusos sexuales continuados a menores, basándose para su impune comisión en el mismo principio de autoridad impuesta, con amenazas de castigos directos o indirectos para imponer secreto y silencio forzoso, por lo que el daño infligido no sólo era de carácter físico sino también psíquico y moral.
Puestos a contabilizar delitos contra la libertad de acción, de pensamiento y de expresión, el lobby católico sería el claro perdedor.