El jueves la Municipalidad de Cartago organizó una cena para darle la bienvenida al nuevo obispo, Mario Quirós (centro) y para condecorar al obispo emérito, José Francisco Ulloa (izq.). (JEFFRY ZAMORA)
La Municipalidad de Cartago gastó ¢2.100.000 en una cena que ofreció el jueves para darle la bienvenida al nuevo obispo de Cartago, Mario Quirós y para condecorar al obispo emérito, José Francisco Ulloa. La celebración se hizo en el Club Social, ubicado en el centro de la ciudad de Cartago.
El dato sobre el costo de la contratación de la cena lo confirmó la Oficina de Prensa de la Municipalidad de Cartago este viernes, a través de correo electrónico a solicitud de La Nación.
“En su mayoría los invitados fueron sacerdotes de la diócesis e integrantes del Concejo Municipal de Cartago. El costo de la cena fue por ¢2.100.000, para 200 personas. El rubro cancelado por concepto de cena incluyó: la entrada, plato fuerte, bebidas (no alcohólicas), postre, menaje en loza de vidrio, sillas y mesas”, detalló la Oficina.
El ayuntamiento justificó que la contratación siguió los procesos de proveeduría y que la escogencia del oferente se dio después de un concurso, al ser el que ofreció el menor costo por los servicios a contratar.
“Aquí es importante resaltar que en el clasificador de objeto del gasto del sector público de la Contraloría General de la República, dentro de las subpartidas avaladas, está contemplada una destinada a las actividades protocolarias y sociales”, se lee en el correo electrónico enviado por la municipalidad a este diario.
Vía telefónica, se le solicitó al despacho municipal el menú y la lista de invitados a la actividad. Sin embargo, la solicitud no fue atendida.
Una funcionaria de prensa del municipio detalló que fue el alcalde Rolando Rodríguez y un grupo de regidores quienes propusieron al Concejo Municipal la moción para realizar la celebración con el clero de la provincia, y que la propuesta fue acogida por unanimidad por todos los integrantes del pleno del Concejo.
La cena fue el corolario de una sesión en la que ese órgano entregó al obispo emérito, José Francisco Ulloa, la condecoración Juan Vázquez de Coronado por sus años de servicio en el alto cargo clerical y se le entregaron las llaves de la ciudad a su sucesor, Mario Quirós, quien asumió la semana pasada.
Este medio intentó obtener un comentario sobre el costo de la cena departe del alcalde cartaginés, Rolando Rodríguez, pero no atendió las llamadas ni contestó el mensaje que se le envió a su celular.
El presidente del Concejo Municipal cartaginés, Danny Ovares, regidor de la Unidad Social Cristiana (PUSC), sí se refirió al hecho y afirmó que, aunque participó de la cena, se opuso a la entrega de la condecoración al obispo emérito por el costo que tenía la entrega de la medalla.
“Los regidores del PLN nos dijeron que la medalla que se le iba a entregar a Monseñor tenía un costo de ¢250.000 y yo me opuse. Les dije que este Concejo no está en capacidad económica de hacer el gasto. Mucho menos hubiera aprobado gastar más de ¢1 millón en la cena, si hubiera estado en mis manos la decisión. Pero es una acción meramente de carácter administrativo, nosotros le aprobamos el presupuesto y confiamos en que el señor alcalde hará buen uso de los recursos”, afirmó.
Pese a que objetó el costo del agasajo para los presbíteros y la cúpula de la diócesis cartaginesa, Ovares dijo que el hecho no justifica que haya eventuales protestas departe de la población de la Vieja Metrópoli.
“Hay que entender que era una celebración igualmente trascendente y pese a que considero que fue un rubro importante el que se destinó para la cena, creo que no debería de derivar en protestas de nadie”, afirmó.
Por su parte, la iglesia Católica reaccionó con cautela ante las críticas generadas por el costo de la cena, pese a que la mayoría de los asistentes, según confirmó la municipalidad, fueron presbíteros.
El padre Dónald Solano, vicario general de la diócesis de Cartago, declinó hacer comentarios sobre el monto que pagó la municipalidad por la celebración.
“La diócesis no organizó nada. El obispo emérito (Ulloa) y el obispo entrante (Quirós) asistieron y punto. (Sobre el costo) la Municipalidad y la Contraloría General de la República pueden justificar el asunto, la diócesis no tiene ningún comentario al respecto”, afirmó en una breve llamada telefónica que le hizo este medio de comunicación la noche de este viernes.
Por su parte el padre Glen Gómez, vocero de la Conferencia Episcopal, tampoco accedió a referirse al tema, por considerar que era un asunto propio de la diócesis cartaginesa.
