El fuerte avance de los grupos vinculados a Al Qaeda en Siria está provocando un verdadero enfrentamiento interno en las zonas bajo control rebelde mientras que en las regiones habitadas por los kurdos se ha realizado una llamamiento a la movilización general para frenar el creciente poder de los yihadistas.
Incluso, el Partido de la Unidad Democrática (PYD), principal organización política del norte de Siria, ha advertido a la comunidad internacional que estas fuerzas yihadistas estarían dispuestas a proclamar la creación de un “emirato islámico” aprovechando la fiesta del Eid al Fitr, con la que el próximo 8 de agosto se pone fin al ayuno del Ramadán.
Este emirato tendría como capital la ciudad de Raqa pero se extendería prácticamente por toda la región situada al norte del desierto central, desde la ciudad de Alepo hasta la frontera iraquí, ocupando la fértil cuenca del Eúfrates y teniendo actualmente como principal objetivo alcanzar la frontera con Turquía, a lo largo de la cual se suceden las comarcas habitadas por población kurda. Tal proyecto tendría para los planes de Al Qaeda en Oriente Medio la gran ventaja de unir las insurgencias islamistas de Siria e Irak, estableciendo una continuidad territorial entre la zona controlada en Siria y el llamado “triángulo suní” de Irak.
No otra sería la razón por la que los responsables de Al Qaeda habrían refundado la organización del Estado Islámico de Irak, ya presente en el citado “triángulo suní”, para crear otra denominada Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS), surgida el pasado mes de abril del Frente Al Nusra, hasta entonces representante oficial de Al Qaeda en Siria. A partir de ese momento, ambas organizaciones colaboran en el mismo proyecto político, siendo la principal diferencia entre ellas que mientras el EIIS estaría compuesto fundamentalmente por yihadistas extranjeros, Al Nusra aglutinaría a combatientes de nacionalidad siria.
Ante la impotencia del Ejército Libre (ELS), brazo armado de la Coalición Nacional, la alianza opositora reconocida por la comunidad nacional, numerosas ciudades habrían ido cayendo una tras otra bajo control yihadista en los últimos meses. En la actualidad y según estas informaciones, las únicas zonas rebeldes que escaparían al dominio de Al Qaeda serían algunos barrios de Alepo, Latakia, Idlib y Hama, donde no sin gran esfuerzo las unidades fieles al ELS aún pueden plantar cara a los islamistas radicales.
En estos lugares, el ELS habría visto cómo la bandera de la “revolución siria” era sustituida por la negra con un círculo blanco y versículos coránicos propia de Al Qaeda y cómo varios jefes militares del ELS habrían sido ejecutados por miembros del EIIS. Entre estos estaría Kamal al Hamami, que pertenecía al Consejo Supremo Militar del ELS y cuya muerte a manos de los yihadistas en Latakia habría sido considerada por el ELS como una “declaración de guerra”. Asimismo se habrían registrado combates entre unidades del ELS y los islamistas radicales en la región de Idlib, en concreto en la ciudad de Dana, donde también se habrían registrado ejecuciones sumarias, entre ellas la del jefe de la Brigada Hamza Asad, cuyo cuerpo decapitado fue encontrado en un contenedor de basura.
Igualmente han provocado consternación en las filas de la Coalición Nacional la ejecución en Alepo del niño de 15 años Mohamad al Qata y el asesinato a sangre fría de decenas de soldados gubernamentales hechos prisioneros, como ocurrió con los tres oficiales alawíes ejecutados públicamente en la plaza de Raqa, ciudad donde, por cierto, se ha denunciado la desaparición del jesuita Paolo Dall’Oglio, conocido por sus labores de mediación entre los distintos contendientes. De acuerdo con las últimas informaciones, el padre Dall’Oglio habría viajado a la “capital del emirato” para negociar la libertad de varios civiles detenidos por orden del emir.
Las otras zonas que estarían fuera del área de influencia yihadista serían las habitadas por población kurda debido al amplio apoyo popular que tienen los partidos kurdos, especialmente el PYD, caracterizados por sus posiciones nacionalistas, de izquierda y contrarias al integrismo islámico. Estas zonas se han convertido en el objetivo prioritario de Al Qaeda ya que les permitiría gestionar tanto las estratégicas aduanas fronterizas con Turquía como los principales campos petrolíferos, situados al este de Hasaka.
Ha sido en estas zonas donde se han producido las últimas ofensivas yihadistas, no dudando, como ha ocurrido en Tal Abyad, en destruir con explosivos casas y centros utilizados por las organizaciones kurdas, expulsando, además, a sus habitantes, lo que ha sido denunciado por el PYD como el inicio de una limpieza étnica para ampliar el territorio del futuro emirato. Precisamente la muerte de Isa Heso, un destacado dirigente del PYD, asesinado al estallar una bomba colocada bajo su coche en Qamisli, ha llevado a este partido a realizar el llamamiento a la movilización general, pidiendo a todas aquellas personas en disposición de empuñar un arma que se unan a la lucha contra Al Qaeda.
Formación de milicianas y milicianos de Derbasiya integrantes de las Unidades de Defensa Popular kurdas. / PYD
Archivos de imagen relacionados