El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) señaló este sábado su máximo repudio por "el permanente hostigamiento de sectores evangélicos a la población de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales", lo que se ha traducido en "violentas declaraciones e interferencias en el Estado laico para impedir que se garantice la igualdad".
La reacción tuvo lugar luego de que el obispo de la Catedral Evangélica de Santiago, Eduardo Durán, emplazara al Gobierno a no cumplir con sus promesas respecto a las uniones civiles y calificara las relaciones entre personas del mismo sexo como "una sodomía consensuada" y "una amenaza" contra la familia que abrirá el camino a "otras aberraciones sexuales".
"Estamos convencidos de que gran parte de los fieles de la religión evangélica no tienen a su mano información desprejuiciada para conocer la realidad de la diversidad sexual, y en ello tienen gran responsabilidad pastores como Durán, quien no sólo es homofóbico. Están usando nuestros derechos como caballito de batalla interna, lo que es inaceptable. Y, de paso, manipulan a sus fieles", apuntó Rolando Jiménez, presidente del Movilh, en un comunicado.
Añadió que tratar al amor entre personas del mismo sexo como aberrante y contrario a la familia "solo refleja que la oposición a nuestros derechos es violenta, agresiva y denigrante para un grupo de seres humanos que históricamente ha padecido discriminación".
El Movimiento de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales apuntó además que el senador Fulvio Rossi -quien fue criticado por el obispo Jorge Muñoz y el presbítero Cristian Flores por apoyar las demandas de las minorías sexuales- cuenta con el nuestro respaldo de la organización. “Estamos seguros que también (cuenta) con el apoyo de cada chileno y chilena que cree en la igualdad. Satanizar a una autoridad pública por apoyar los derechos humanos de todas las personas y no solo los de algunas, es triste y lamentable", consignó.
