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Desde 2019 los recortes en las universidades públicas andaluzas han sido una constante año tras año
Juan Manuel Moreno Bonilla ha destrozado la sanidad pública en Andalucía y ahora va a por la universidad pública, a la que ahoga económicamente y con ello pretende deteriorar su calidad, reducir su capacidad investigadora y acabar con el ascensor social y la igualdad de oportunidades.
El PP no quiere enterarse de que dañar la universidad pública provoca un empobrecimiento educativo, investigador, cultural y económico. Hay numerosos estudios nacionales e internacionales que concluyen, que por cada euro que se invierte en ellas, se generan entre 5 y 7 euros de beneficio para la sociedad.
Es intolerable que en Andalucía haya dinero para que Moreno Bonilla se suba el sueldo dos veces en un año; haya dinero para bajar impuestos a millonarios; haya dinero para “casas gratis” para los Altos cargos de la Junta; haya muchos millones para sanidad privada; se devuelvan 112 millones para guarderías públicas; pero no se quieran destinar los recursos económicos necesarios a las universidades públicas.
Desde 2019 los recortes en las universidades públicas andaluzas han sido una constante año tras año, como ha denunciado el sindicato CCOO. Son cientos de millones de financiación básica detraídos por la Junta de Andalucía, que las universidades han debido asumir, en muchos casos, con sus propios remanentes.
Las críticas continúan. Desde el ámbito universitario se reclama a la Junta de Andalucía cumplir en su máxima extensión el modelo de financiación 2023-2027, aprobado hace casi un año, y al cual le resta aún 25 millones de euros para cumplir el objetivo inexcusable de la cláusula de salvaguarda y de nivelación. La Junta también firmó en junio un acuerdo con las plantillas y aún está en el aire la transferencia de casi 26 millones de euros.
Respecto al plan de infraestructuras universitarias, anunciado a bombo y platillo por Moreno Bonilla, ha sido un auténtico fiasco. Mientras en el periodo 2020-2023 hubo 165 millones de euros, el actual se ha quedado en la mitad, en 80 millones.
Y no quiero olvidarme del último destrozo que ha arruinado la carrera universitaria de miles de estudiantes andaluces este curso. Según Moreno Bonilla debido a un error informático. Qué casualidad que nunca haya errores informáticos cuando se trata de fraccionar y adjudicar miles de contratos sanitarios en fraude de ley, repartiendo 458 millones de euros a dedo.
Pero volviendo al tema de financiación, no hay voluntad de mejorarla en el futuro. En la tramitación de la nueva Ley Universitaria Para Andalucía de Universidades (LUPA), los sindicatos han alertado de que si no está garantizada la suficiencia económica, estará en riesgo el mantenimiento de un sistema universitario público de calidad.
¿Por qué Moreno Bonilla no facilita los recursos necesarios a la universidad pública? Sencillamente porque no quiere que asuman nuevos proyectos de docencia e investigación; rechaza que se renueven y amplíen las plantillas y se opone a la mejora de sus instalaciones e infraestructuras. ¿Y cuál es la alternativa que plantea? Su alternativa son la universidades privadas, que están creciendo como setas.
Moreno Bonilla ha copiado el modelo a Ayuso. Madrid es la comunidad de España que menos invierte por alumno en universidades. Y se prepara un nuevo recorte de la financiación de otro 30%. Las seis universidades públicas de Madrid cerraron el último ejercicio presupuestario en números rojos. Eso sí, Madrid cuenta con 13 universidades privadas, que pronto serán 15.
En Andalucía en los últimos dos años se han impulsado cuatro universidades privadas, y si se añade la Universidad de Comillas, que ha aterrizado en Sevilla con Enfermería y Fisioterapia, serían cinco. Moreno Bonilla es líder en España en el desarrollo de universidades privadas en los últimos años.
Y como advierte Antonio Ruiz, portavoz socialista de universidades en el Parlamento Andaluz, en la LUPA se prevé la entrada de las universidades privadas en el Consejo Andaluz de Universidades (CAU) con derecho pleno de decisión en este órgano, influyendo así en las políticas que afectan al sistema universitario de toda Andalucía.
Los rectores y rectora de las Universidades Públicas Andaluzas han vuelto a alzar la voz para criticar este modelo. En la apertura del curso universitario 2024-2025, celebrado en la Universidad de Huelva, su rectora ha reclamado que las nuevas universidades privadas tengan los mismos requisitos de calidad y excelencia que las públicas, para proteger a los andaluces de la ferocidad del mercado educativo y garantizar una adecuada preparación de los jóvenes en instituciones, a las que se debe demandar titulaciones estratégicas y calidad en la formación.
Sr. Moreno Bonilla, ¿por qué las universidades privadas se tramitan por vía de urgencia? ¿Por qué estas leyes se acogen a un Decreto extinto desde hace tres años para que su nivel de exigencia sea menor? ¿Por qué concede que las privadas implanten grados que veta a las públicas? ¿Por qué las privadas tienen patente de corso para elegir titulaciones, mientras las públicas están obligadas a gestionar en tiempo límite la petición de nuevas titulaciones que amplíen su oferta académica?
¿Por qué por primera vez habrá grados en Andalucía con una mayor oferta en las universidades privadas que en las públicas? Como en Odontología, con una proporción de 2 títulos en la pública y 4 en matrículas privadas; es el caso de Farmacia, con una proporción 2 a 3; o Biomedicina, con una proporción 1 a 2. ¿Por qué se permite a las privadas que cuando por el numero de matrículas sea rentable, saturen la oferta?
Si eres estudiante de la universidad pública y estás esforzándote al máximo por aprobar y sacarte una carrera, debes saber que el estudiante de la privada obtendrá el título con bastante más facilidad que tú, solo por el hecho de tener más “pasta”. Y accederá al mercado laboral antes que tú porque sus calificaciones serán mejores. Es así de sencillo. La privatización de lo público crea desigualdad. Esto no va de talento, aquí solo importa la cuenta corriente de los padres.
Moreno Bonilla ha decidido optar por el mercadeo de títulos con sus nuevas universidades privadas en lugar de apostar por la calidad. Unas universidades que nunca primarán la investigación ni la búsqueda de innovación.
Las universidades privadas, independientemente de su baja calidad, están en la agenda de los inversores. Los fondos de inversión privados están apostando por ellas y han puesto a Andalucía en su punto de mira. Y en este sistema, los beneficios se convierten en enormes dividendos que van a parar a unos pocos bolsillos.
¿Esto era el cambio que Moreno Bonilla prometía? ¿Su cambio era infrafinanciar las universidades públicas para favorecer a las universidades privadas? ¿Su cambio era asfixiar económicamente lo público para gestionar a favor de lo privado? ¿Su cambio era anteponer la especulación al bien común? No es decente. Un presidente que no apuesta por tener las mejores universidades públicas y por dotar a nuestra región del mayor y mejor conocimiento posible, nunca será un buen presidente para Andalucía.