Las religiosas hicieron a los científicos demostraciones de patadas voladoras o cómo cortar objetos con la mano
COMENTARIO: Parece más propio de la sección de humor, que de noticias. De no ser porque se recoge en distintos medios y no es el día de los inocentes, no le hubiésemos dado crédito. Unas monjitas budistas, muy delgaditas y habilidosas, entretienen a los científicos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), mientras el gurú les explica las "energías femeninas y masculinas", y que su energía es similar a la del cosmos (?) ¡Y eso en el centro por excelencia de la física de partículas.
Una docena de monjas de kung fu de una orden budista asiática mostraron esta semana sus habilidades en las artes marciales ante los científicos del CERN, organización europea para la investigación nuclear, mientras su líder espiritual explicaba que su energía es similar a la del cosmos. Las monjas del Himalaya mostraron cortes con la mano, patadas voladoras y puñetazos durante su visita al centro donde físicos de vanguardia buscan el origen del universo.
"Los hombres y mujeres tienen energía diferente", comentó Gyalwang Drukpa, un monje que está sólo ligeramente por debajo del Dalai Lama en la jerarquía budista global. "Para mejorar el mundo hacen falta tanto la energía femenina como la masculina".
Esto, dijo, es un principio científico "tan fundamental como la relación entre el sol y la luna" y su importancia es similar a la de las colisiones de partículas en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, en sus siglas en inglés) del CERN. Las monjas, en su mayoría jóvenes delgadas y en forma, con la cabeza afeitada y vestidas en ampulosas túnicas granates, asintieron.
Pero Gyalwang Drukpa, de 49 años y líder desde los cuatro años de una de las nuevas escuelas independientes del budismo tibetano centrado en India y Nepal, destacó que su visita al CERN no era sólo científica. Al llevar a las monjas por todo el mundo con sus demostraciones de artes marciales, esperan "concienciar sobre la igualdad de género y la necesidad de dar poder a las mujeres". Las monjas protagonizan vídeos subidos a YouTube.
Durante siglos, en el Tíbet, incorporado a la China comunista desde 1951, y en los países vecinos, las mujeres fueron estrictamente apartadas de la práctica de cualquier tipo de arte marcial. En su hogar, en la región del Himalaya de Ladakh, según dijo Gyalwang Drukpa, las mujeres eran fundamentalmente sirvientas, dedicadas a cocinar y limpiar para los monjes.
Hace unos tres años, decidió romper con este patrón y mejorar la salud y el bienestar espiritual de las mujeres entrenándolas en el kung fu y permitiéndoles practicar ritos sagrados hasta entonces restringidos a los hombres.
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