El Gobierno estudia la posibilidad de convocar un referéndum sobre su ley de interrupción voluntaria del embarazo, que sólo permite el aborto si la vida de la madre corre peligro.
Miles de manifestantes marcharon este domingo en Dublín para reclamar al Gobierno que convoque un referéndum para derogar su restrictiva ley sobre el aborto, una de las más estrictas del mundo. El primer ministro, Enda Kenny, ha anunciado que el mes que viene convocará una asamblea de ciudadanos para asesorar al Ejecutivo sobre si debería celebrarse ese referéndum.
Los manifestantes han marchado bajo la lluvia mientras cantaban y girtaban «¡Mi cuerpo, mi elección!». «Es el derecho de una mujer a elegir y es ridículo decir que cualquier otra persona, el Estado o la Iglesia, tenga derecho de decirle a esa mujer lo que sucede con su cuerpo», dijo Sal Roche, un profesor de baile de 42 años que asistió a la marcha.
El aborto divide a la soicedad irlandes, pero después de varias protestas en las calles por parte de ambos bandos, la prohibición completa a la interrupción voluntaria del embarazo sólo fue levantada en 2013, cuando se permitió si la vida de la madre corre peligro.
El ministro irlandés de Infancia, Katherine Zappone, un miembro independiente del gobierno de coalición de Kenny que se unió a la marcha en Dublín, dijo que una fecha posible para un referéndum sería hacia finales del próximo año.
Los opositores exigen que la enmienda —que consagra la igualdad del derecho a la vida de la madre al de su hijo no nacido— debe permanecer y algunos de ellos han conducido un camión que llevaba el lema «Aborto es la violencia contra bebés y madres».