Esta asociación se ha hecho eco del artículo publicado por Eduardo Bayona y ha manifestado, que tal y como se temían, “el Obispado de Chaca ha ido inscribiendo en los registros de la propiedad bienes inmuebles vía inmatriculación, o por otros procedimientos administrativos, en una clara demostración de abuso, codicia y acaparamiento malicioso de bienes de distinta índole”
Hace dos días, gracias a un artículo publicado por el periodista Eduardo Bayona, se ha podido descubrir las artimañas empleadas por el obispado de Chaca para hacerse, mediante la vía de inmatriculación y otros procedimientos de inscripción, con la propiedad de catorce iglesias románicas y nueve góticas del Pirineo aragonés.
Bayona desgrana cómo el obispado de Chaca presentó ante el registro de la Propiedad de dicha ciudad, la anotación de estas 23 iglesias como “declaración de obra nueva antigua”. Esta inscripción “posibilita que el registro reconozca la titularidad de las edificaciones no inscritas a sus propietarios o quienes se presenten como tales, mediante la presentación de una escritura. Con independencia de la fecha en la que fueran construidas”, asegura el periodista.
Las reacciones en este sentido no se han hecho esperar. La asociación Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) se ha hecho eco del artículo publicado por Eduardo Bayona y ha manifestado, que tal y como se temían, “el obispado de Chaca ha ido inscribiendo en los registros de la propiedad bienes inmuebles vía inmatriculación o por otros procedimientos administrativos, en una clara demostración de abuso, codicia y acaparamiento malicioso de bienes de distinta índole”, añaden. Todo ello, “amparándose en leyes creadas ‘ad hoc’ para permanecer en el limbo del privilegio consentido desde el franquismo hasta el periodo democrático, sin ningún tipo de rubor ni pudor y con el consentimiento implícito o explícito de los poderes públicos”.
Todos estos argumentos son ofrecidos bajo unas premisas en las que no se cuestiona “en ningún momento el uso y carácter religioso, pero defendiendo la titularidad o el dominio público del patrimonio histórico y artístico aragonés”, reconocen desde la Asociación.
Para MHUEL, es significativa la “inacción y pasividad” de los nuevos poderes públicos, y en general en todas las instituciones de Aragón, “que de una manera rotunda, clara y ejecutiva, no quieren entrar en la polémica de las inmatriculaciones de la ICAR”. “Renunciando –de esta forma- a la lucha por la titularidad pública del valioso patrimonio aragonés, que pertenece a su pueblo y debería ser de obligado mandato su defensa para que éste permanezca como un bien común de todos los aragoneses y aragonesas”.
“Es sorprendente y muy lamentable tener la certeza absoluta que casi todo el patrimonio románico del Serrablo ya está a nombre de la Iglesia, después de la ingente tarea y trabajo de asociaciones como ‘Amigos del Serrablo’ en su recuperación y mantenimiento sin obviar las ayudas públicas para su restauración”, recalcan desde MHUEL.
Para finalizar y llegados a este punto, “decir con sorna que el ‘Jardín Patrimonial’ del Obispado de Chaca nunca fue tan florido y bello; un perfecto paseo por el románico y el gótico, trabajado y sufragado por el pueblo y sus instituciones desde tiempo inmemorial y ahora para uso, disfrute, titularidad y negocio del que solo pensó que todo eso le pertenecía por derecho divino y conforme a las leyes que dimanaban del privilegio”, subrayan desde la Asociación.
Desde MHUEL advierten que “no cejarán en su empeño de revertir este expolio y escándalo monumental”, a la espera de la “actuación decisiva de los poderes públicos e instituciones aragonesas”.