Los firmantes han dejado en el Congreso un manifiesto para sacar la religión de las aulas
«La escuela a enseñar, los curas a rezar», han manifestado a coro este miércoles medio centenar de líderes de organizaciones políticas y sociales, entre ellos de algunas comunidades católicas. Habían quedado en el Congreso de los Diputados para registrar ante las comisiones de Peticiones y de Educación el documento Campaña por una escuela pública y laica. La religión fuera de la escuela, pero fueron alejados del lugar bajo la justificación de que la sede parlamentaria se encuentra en «máxima alerta». Finalmente, uno de sus portavoces entró en el recinto, el dirigente de Europa Laica y filósofo Fermín Rodríguez.
Mientras tanto, durante más de media hora, los convocados gritaron con una potente megafonía consignas como «presupuestos para educación, no para religión», «aquí mandan los curas, como en la dictadura», o «la ciencia en la escuela, el dogma fuera». El documento también ha sido entregado a los partidos, a excepción de Ciudadanos, que no ha querido reunirse con los promotores, según la queja.
El manifiesto laicista piensa en las próximas elecciones y en un Parlamento «sensible por fin a los nuevos tiempos». En opinión de Fermín Rodríguez, «este es el momento en que la sensibilidad del pueblo español, muy secularizado, que siempre ha ido por delante de las instituciones y las leyes, puede ser tomado en cuenta por el Congreso que salga de las elecciones».
Este es el punto central del manifiesto por la escuela laica: «El imprescindible carácter laico que debe revestir la escuela en una sociedad plural, como institución pública, obliga a sacar la religión confesional de la enseñanza, tanto del currículo como del ámbito escolar. La necesidad de hacer prevalecer ese principio democrático requiere, en consecuencia, la derogación del Concordato y posteriores Acuerdos con el Vaticano de 1979, (así como los acuerdos suscritos con otras confesiones religiosas), en tanto son invocados como base legal para mantener privilegios y una inadmisible injerencia en el sistema educativo». También exige de la «responsabilidad exclusiva de las Administraciones públicas» el que se preserve y potencie «una red pública de enseñanza que llegue a toda la ciudadanía, lo que requiere la prioridad de consagrar los recursos públicos a dicha red y evitar progresivamente el desvío de fondos públicos hacia intereses privados».
El denominado Contrato electoral está firmado, entre otras organizaciones, por los principales sindicatos, por los movimientos de renovación pedagógica, por la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, el colectivo por la Diversidad Rosa Luxemburgo, la plataforma por la Defensa de la Etapa 0-6 años, la Iglesia de Base de Madrid, la sección de Educación del Ateneo, la red de docentes IRES, la Plataforma Contra la Impunidad del Franquismo, el sindicato de estudiantes y por varias federaciones de Europa Laica y del movimiento republicano.
La oposición aboga por sacar la asignatura de religión
Todos los partidos de la oposición en bloque proponen sacar la asignatura de religión de la escuela. PSOE, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida incluyen en sus programas la idea, con matices de mayor o menor enjundia y concreción.
Los socialistas promueven “una escuela pública laica donde no quepa en el currículum ni en el horario escolar las enseñanzas confesionales”. La medida se implantaría a través de una reforma legal y la revisión de los acuerdos internacionales. La recuperación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía se añade a la expulsión de la asignatura de religión.
Ciudadanos propone la sustitución de esta materia por otra asignatura específica sobre “la historia de las religiones” que resalte los aspectos “históricos y culturales de la religión”. Eso sí, la formación de Albert Rivera no contempla la derogación de los acuerdos firmados entre España y el Estado de la Santa Sede.
Mientras, el programa de Podemos promueve una enseñanza pública “limpia de adoctrinamiento religioso y de dogmas”. El partido apoya la revisión del concordato que desarrollarían especialistas. En cambio, Izquierda Unida va más allá al proponer la derogación de los acuerdos con el Vaticano y resaltar su defensa de la “libertad de conciencia individual y que eduque sin dogmas». “La religión fuera de la escuela en todos los sentidos”, matizan desde IU.
El programa electoral del Partido Popular aún no ha sido detallado, y la formación no ha aclarado si incluirá matices sobre la asignatura de religión. La previsión es que el régimen actual de implantación de la materia en las escuelas se mantenga como en la actualidad.